Los expertos llevan años advirtiendo sobre el peligro que supone el acceso precoz a la pornografía por parte de niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando la problemática ha llegado hasta el Congreso de los Diputados, tomando forma de proyecto de ley. Y es que el Gobierno de Pedro Sánchez ha materializado una de las exigencias de los psicólogos, sexólogos y expertos en la materia: limitar el acceso de los menores de edad a las páginas de pornografía.
Así, Moncloa espera activar “antes del verano” el “proyecto piloto” de verificación de edad en internet para proteger a los menores del consumo del contenido X. Así lo aseguró la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, tras la reunión del Consejo de Ministros la pasada semana. Se trata de una herramienta, cuyo desarrollo está liderado por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y que ya se ha probado en los principales navegadores. “Es una iniciativa pionera en Europa y prevemos que se pueda poner en marcha antes del verano de 2024”, indicó la ministra portavoz, que reconoció luego que otros países del entorno están dando pasos en la misma dirección. Sin embargo, los sexólogos advierten de que aún siendo una medida importante, la problemática no se puede limitar a una mera prohibición.
Así lo asegura la psicóloga y sexóloga Martha Ubieta, que insiste en que “no se ataja el problema de raíz”. Además, advierte de que “cualquier cosa que se prohíbe luego se consigue acceder de otras formas”. Por ello, aboga por conseguir que sean los mismos jóvenes los que rechacen este tipo de contenido violento. ¿Cómo? A través de la educación sexual: “Tenemos que conseguir que el porno no sea algo atractivo. Debemos conseguir que tengan un espíritu crítico, y para ello el acompañamiento es necesario”. Y es que sostiene que al igual que ocurre con el alcohol, “tendrá el atractivo de lo prohibido”. Por eso, “lo que hay que trabajar es que eso no guste. Hay que educar la sexualidad, la afectividad... igual que enseñas historia en los colegios. Tiene que ser parte de la educación”, sostiene la experta.
Sin embargo, apunta, como nota positiva, que la importancia de la medida reside en que se haya puesto sobre la mesa las consecuencias la problemática del porno. Un contenido violento que los menores tienen como única referencia. Y es que “hablar de sexo sigue sin estar naturalizado en los hogares, en las familias”. A pesar de que en opinión de la experta se debería abordar el tema “desde los 0 años, en cada etapa de lo que toque”. Y el motivo es claro: “Estamos delegando los unos en los otros. Los colegios delegan en las familias ese tema, y las familias delegan en los colegios. Y la curiosidad es innata, y está a golpe de click”, apunta Ubieta.
Educación
Por ello, es imprescindible acompañar a los jóvenes en ese proceso, y ser “ la voz que ponga la parte crítica”. “No voy a decir si sería adecuado ver porno con ellos o no, pero hay programas interesantes como La generación porno, que deberíamos ver y comentar con nuestros hijos e hijas, hablar con ellos del peligro del porno, y ser esa mirada crítica que les acompañe”, apunta. Por el mismo camino se pronuncia el psicólogo y sexólogo Alejandro Villena, que aunque celebra la noticia, y asegura que esta medida “es necesaria”, “no es suficiente, es solo la rueda del coche”. Por ello, al igual que Ubieta, el experto hace hincapié en que es importante que “haya un marco de prevención en las aulas y familias”. ¿Cuáles? Protocolos de detección e intervención, recursos en atención primaria para atender consumo temprano para prevenir problemas en la vida adulta, control de redes sociales… enumera Villena. Todo ello “ayudará a que la industria cada vez está más delimitada, para que sea más transparente”.
Y es que además de ser un contenido que “afecta a una mirada cosificante de la mujer”, el consumo del porno tiene también consecuencias físicas. “Afecta al sueño, deteriora las neuronas espejo, el lóbulo frontal, alteraciones en satisfacción sexual…”. Así, aboga por un Pacto de Estado para introducir la educación sexual en las aulas. Y “sancionar a las plataformas si no cumplen con los requisitos”. De esa manera, “entre una buena educación, pensamiento crítico y esto seguro que se pueden hacer un montón de cosas”, zanja el experto.
¿DNI para ver porno?
El certificado anónimo fue presentado en diciembre como un sistema para que menores no vean porno, pero que al mismo tiempo garantizase el anonimato de los adultos en su navegación por internet. Así, como detalla la Agencia estatal de protección de datos, a través de una app se bloqueará el acceso a las páginas inadecuadas para menores, como puede ser la pornografía.
La iniciativa incluye dos opciones para teléfonos móviles. Por un lado, un sistema que “verifique la edad mediante la cartera digital” y “un navegador modificado que filtra los contenidos según el resultado de la aplicación anterior”. En el caso de los iPhones, la aplicación confirmará la mayoría de edad mediante la información obtenida del documento físico, es decir, el DNI. La otra herramienta será la que filtre los contenidos. Así las cosas, cuando aparezca una web catalogada como inadecuada para menores, se deberá verificar la edad para poder entrar. Por último, para ordenadores y consolas se emplearía una aplicación que compruebe la edad a través de un código QR.