El rey de Tailandia, Vajiralongkorn, dictaminó este viernes la reducción de ocho años a uno la condena de prisión del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, quien pidió el perdón real tras regresar la semana pasada de un exilio de 15 años.
Según la orden publicada en la Gaceta Real, el monarca justificó la medida por la edad del exmandatario, de 74 años, y sus problemas de salud, así como por sus servicios como primer ministro (2001-2006) y su lealtad a la Corona.
La orden señala que Thaksin admitió su culpa por los delitos por los que fue condenado y que, tras su liberación, podrá "usar sus conocimientos, habilidades y experiencia para servir y beneficiar a la nación, la sociedad y su pueblo".
La orden, emitida un día después de anunciarse que el exmandatario había pedido el perdón real, está firmada por Vajiralongkorn y el ex primer ministro Prayut Chan-ocha, que se encuentra en pleno proceso de transición de poder al nuevo jefe del Gobierno, Srettha Thavisin.
Thaksin regresó a Tailandia el pasado 22 de agosto tras 15 años en el exilio y fue llevado pocas horas después a la prisión Bangkok Remand de la capital para cumplir los 8 años de cárcel que pesan sobre él por varios casos de corrupción y abuso de poder por los que fue condenado en rebeldía.
Sin embargo, ese mismo día fue ingresado en el hospital del centro penitenciario por varias dolencias y pasada la medianoche fue trasladado al Hospital de la Policía en Bangkok, donde se encuentra ahora en una habitación privada.
Frente a las críticas por el supuesto trato de favor, el Gobierno ha insistido en que Thaksin no está recibiendo privilegios y que sufre de varias dolencias crónicas, como enfermedades del corazón, hipoxemia e hipertensión.
Los beneficios concedidos al ex primer ministro suponen una señal de reconciliación con la élite promilitar y monárquica con la que ha estado enfrentado en los últimos 17 años, lo que se manifestó a menudo en la rivalidad en las calles entre los "camisas rojas" pro-Thaksin y los conservadores "camisas amarillas".
Thaksin, un empresario millonario que cuenta con gran apoyo en la zonas rurales por sus políticas sociales, gobernó Tailandia entre 2001 y 2006, cuando fue defenestrado por un golpe de Estado y luego fue condenado por varios casos de abuso de poder y corrupción que él achacaba a persecución política.
Su regreso a Tailandia la semana pasada coincidió con la elección como primer ministro de Srettha Thavisin, el candidato del Pheu Thai, partido controlado por los Shinawatra y que fue expulsado del poder por otro golpe militar en 2014.
El Pheu Thai, que quedó segundo en los pasados comicios de mayo, se alió primero con la formación ganadora, Avanzar (Move Forward), que lideró una coalición prodemocrática y antimilitar que no pudo formar Gobierno debido al bloqueo del Senado, elegido a dedo por la antigua junta militar (2014-2019).
Tras el bloqueo de los senadores, el Pheu Thai formó otra coalición con partidos promilitares, lo que supone una alianza atípica que ha causado malestar entre muchos votantes que buscaban un cambio prodemocrático en Tailandia.