La siniestralidad en Zonas 30 logra reducciones de accidentes que llegan a superar el 40%
Las experiencias existentes en Zonas 30 en ciudades demuestran el efecto positivo sobre la siniestralidad, con reducciones de los accidentes que han llegado a superar el 40%.
El delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, ha señalado que la reforma legal que limita a 30 kilómetros/hora la velocidad en calles de un único carril por sentido está alineada con organismos internacionales y persigue el objetivo de "recuperar las calles, las ciudades, para las personas, para la vida". El pasado 11 de mayo entró en vigor el Real Decreto 970/2020, de 10 de noviembre, por el que se modifican el Reglamento General de Circulación (aprobado por Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre) y el Reglamento General de Vehículos (aprobado por Real Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre), e introduce diversas novedades en la regulación del tráfico urbano.
Una de las más destacadas es la reducción del límite de velocidad de circulación genérico en vía urbana de 50 a 30 km/h para aquellas calles que cuentan con un solo carril por sentido de circulación. El objetivo es reducir la siniestralidad vial, sobre todo la que afecta a los colectivos más vulnerables; garantizar la fluidez de los desplazamientos realizados en las grandes avenidas de la ciudad; y reducir el impacto negativo de la circulación de vehículos en la calidad del aire de las ciudades.
El delegado del Gobierno en Navarra ha recordado que el vehículo de motor convive cada vez más en las ciudades con motos, bicis, vehículos de movilidad personal y peatones, y son estos los colectivos más vulnerables en caso de accidente de tráfico. Arasti ha señalado que si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h, el riesgo de muerte es de un 10%; pero si la velocidad es a 50 km/h, ese riesgo de fallecimiento se eleva al 90%.
Al pasar de 50 a 30 por hora, se reduce a la mitad la distancia que se necesita para detener el vehículo.
En 2019 los fallecidos en accidentes de tráfico en las ciudades aumentaron un 6% mientras que en las vías interurbanas se redujeron en la misma proporción.
Por otro lado, el 82% de los fallecidos en ciudades en 2019 fueron usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
En el caso de Navarra, si bien es cierto que 2020 fue un año atípico marcado por el confinamiento, se registraron 381 accidentes con víctimas en vías urbanas que dejaron 2 muertos, 66 heridos graves y 371 heridos leves. En 2019 hubo 537 accidentes con víctimas, que se saldaron con 5 muertos, 74 heridos graves y 564 heridos leves. Cifras similares a las que se produjeron un año antes, en 2018, cuando hubo 554 accidentes con víctimas y 5 muertos.
Todo ellos son datos en accidentes a las 24 horas y, como ha apuntado Arasti, "demuestran una tendencia estable en el número de siniestros en vías urbanas pero que no termina de bajar".
CIUDADES Y PUEBLOS MÁS HUMANOS
El delegado del Gobierno en Navarra ha explicado que, además de reducir la siniestralidad, la nueva limitación de velocidad también busca construir pueblos y ciudades más humanos, donde puedan convivir sin peligro vehículos a motor con peatones, bicis, motos y cualquier otro vehículo de movilidad personal.
Arasti ha recordado que Naciones Unidas integra la seguridad vial en su Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en concreto en áreas relacionadas con la acción climática, la igualdad de género, la salud y el bienestar, la planificación de ciudades y comunidades sostenibles, la educación de calidad, las infraestructuras, el consumo y la producción responsable, así como la reducción de las desigualdades.