El Athletic afronta mañana frente a Osasuna su primera salida de la temporada 2023-2024 y lo hace jugando en un estadio, El Sadar, que es uno de los cuatro de los equipos que actualmente militan en Primera División en los que el equipo rojiblanco ha sumado más victorias que derrotas.
En sus 42 comparecencias ligueras en Pamplona el conjunto bilbaíno ha perdido 13 partidos, ha empatado 11 y ha ganado 18. Estas cifras convierten al campo navarro en el cuarto más favorable en números absolutos para el Athletic tras los de la Real Sociedad (20 victorias a domicilio) y el Atlético de Madrid y el Celta, en los que ha logrado 19 triunfos.
Los otros tres campos de Primera en los que el Athletic tiene un balance positivo son los del Alavés (8 victorias y 5 derrotas en 17 partidos), Almería (4 y 1 en 7) y Rayo Vallecano (7 y 6 en 20).
A pesar de los buenos resultados históricos, las dos últimas visitas del Athletic a El Sadar han sido amargas para el equipo bilbaíno, que la pasada campaña cayó tanto en la ida de las semifinales de Copa (1-0, con gol de Abde) como en la antepenúltima jornada liguera (2-0, con tantos de Ante Budimir y Lucas Torró). Dos resultados que acercaron a Osasuna a sus dos grandes hitos de la temporada, la final de Copa (se clasificó tras empatar a uno en la vuelta en San Mamés con una diana de Pablo Ibáñez en la prórroga) y la plaza europea en la Liga Conferencia, acabando de paso con las aspiraciones continentales del propio Athletic.
En cualquier caso, para encontrar el último triunfo bilbaíno en Pamplona sólo hay que remontarse hasta el 3 de enero del pasado año, cuando el cuadro que por aquel entonces entrenaba Marcelino, ganó 1-3 gracias a un hat trick del navarro Oihan Sancet, tres tantos que sirvieron para que el Athletic remontara en la primera parte un tempranero gol de Kike García, ahora en las filas del Alavés.