La habitual imagen de San Fermín que permanece durante todo el año colocada en la hornacina de la cuesta de Santo Domingo ha regresado esta mañana a su lugar, tras haber concluido las fiestas. Personal del Ayuntamiento de Pamplona ha vuelto a colocar la réplica del santo en el espacio que ocupa en la muralla y del que fue retirado el pasado 5 de julio. Con la imagen se ha colocado también la puerta que de cristal cierra el vano en el muro y que mantiene la efigie resguardada.
Durante los Sanfermines, en esa hornacina se coloca y se retira cada día una imagen del santo distinta a la que preside la cuesta todo el año. La que se usa para los encierros, propiedad de las peñas, es de 1978, año en el que cuatro mozos la compraron y la colocaron, primero en el desaparecido Hospital Militar, y en un momento posterior en su ubicación actual, un espacio que el Ayuntamiento preparó específicamente para ello en 1981.
Esa imagen, la de los encierros, se guarda todo el año en el domicilio de la viuda de uno de aquellos mozos que la compraron y, en las fiestas, reside provisionalmente en la Casa Consistorial desde la que sale todas las mañanas antes de la carrera para recibir los canticos de quienes corren.