Para ser un partido en pleno declive y con casi nulas opciones electorales, la pugna interna por liderar Ciudadanos está dando de sí y cada día que pasa se recrudecen las acusaciones entre el sector de Inés Arrimadas y el de Edmundo Bal –también hay una tercera candidatura de afiliados de base con apenas opciones–.
Así, los dos favoritos para liderar el partido naranja, que hasta hace bien poco eran uña y carne en el Congreso, ahora se pelean con dureza a la espera de que llegue el congreso interno de la semana que viene en el que se dirimirá el liderazgo.
Ayer, desde la corriente de Inés Arrimadas –que en cualquier caso no lidera la lista que presenta al cónclave– acusaron a Bal de querer ser el presidente de Ciudadanos por mera “ambición” y de querer “sacrificar” el capital político de Arrimadas.
La candidata a liderar Ciudadanos Patricia Guasp criticó a Bal por haber presentado su candidatura por “ambición personal”, después de que el vicesecretario general haya trasladado su intención de presentarse a las primarias para candidato a las elecciones generales si su lista sale victoriosa en la Asamblea Extraordinaria de mediados de enero. “Es el caso del vicepresidente que quiere ser presidente del partido”, dice Guasp en una entrevista a Europa Press, que subraya que su objetivo es “más personalista”.
En esa línea, aseguró que “Bal fue quien se salió de la lista de consenso, en la que iba en cabeza”, indico la candidata, que añadió que al también portavoz adjunto en el Congreso “sólo le mueve el ser candidato a la Presidencia de España”, algo que le causa una “profunda decepción” como afiliada, cargo y candidata a primarias.
“No sacrificar” a Arrimadas
Por su parte, el líder de C’s en Catalunya, Carlos Carrizosa, replicó a Edmundo Bal que la refundación del partido no tiene por qué pasar por “sacrificar” a la actual presidenta de la formación, Inés Arrimadas.
“Una líder que ha ganado unas elecciones autonómicas en España, y que es una líder muy bien valorada entre nuestros votantes, no tiene por qué ser sacrificada en el altar de una supuesta renovación”, defendió, después de que Bal afirmara que, si Arrimadas continúa teniendo un rol visible dentro del partido, la refundación no tendrá credibilidad.
Carrizosa criticó que Bal defienda que su candidatura es de renovación cuando él mismo, como miembro de la ejecutiva actual, ha sido “corresponsable de toda la gestión” del partido hasta ahora.