La crisis sanitaria y económica derivada de la covid-19 ha tocado de lleno a todo el sector turístico de Euskadi, que lejos de haber vuelto a la situación prepandemia, llega al periodo estival con cifras que muestran tímidos pasos hacia la recuperación. En Onda Vasca, Idoia Ezkurdia, gerente de Nekatur, afirma que "las previsiones están siendo buenas". Durante el mes de julio los alojamientos rurales alcanzaron cifras de ocupación similares a las de 2019 y este mes de agosto las reservas son del 80%. El turista del ámbito nacional tiene gran importancia porque "el cliente extranjero es muy puntual, del 25% se ha pasado al 8%". Sin embargo, "ese vacío de turismo extranjero lo está supliendo muy bien el cliente nacional y de Euskadi". Las previsiones no están siendo tan optimistas para la asociación ATRAE, que trabaja en la promoción y desarrollo de Euskadi como destino turístico. Su presidenta, Lorea Uranga, reconoce que "en el turismo receptivo el verano está siendo mejor que el del año pasado pero los datos no son buenos". "La mayor parte de los clientes son extranjeros y no hacen reservas de última hora". Aunque se ha notado cierto incremento de "clientes que llegan de Países Bajos y Suiza", este año "es mayoritario el turismo nacional que llega de Catalunya, Madrid y Andalucia". No obstante, augura un próximo cambio de viento, "hay buena perspectiva para otoño".
La pandemia ha cambiado los hábitos a la hora de viajar, Uranga sostiene que "el año pasado se dispararon las peticiones de villas privadas o casas rurales con piscina". Ezkurdia, añade, que "antes del covid teníamos tendencia a hacer viajes más lejanos, al extranjero", pero ahora "los viajes se hacen a destinos más cercanos en vehículo propio", siguiendo la recomendación de mantener, en la medida de lo posible, las burbujas familiares. Los reservas que cuentan con una cobertura de cancelación también han aumentado considerablemente.