A iniciativa de EAJ-PNV, el Senado ha reclamado que las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio en Venezuela “sean verdaderamente libres, democráticas y transparentes”. El senador jeltzale, Luke Uribe-Etxebarria, ha defendido que se trata de un paso fundamental para la solución a la crisis política, institucional, social y humanitaria que atraviesa el país, así como el establecimiento de un diálogo constructivo entre Gobierno y oposición. “Los comicios presidenciales deben contribuir a la restitución democrática de las instituciones y a la restauración de la paz social y la reconstrucción de la economía”, ha subrayado.
La moción, que ha sido aprobada por todas las formaciones políticas, salvo el voto contrario de EH Bildu –“inaceptable e incomprensible” en palabras de Uribe-Etxebarria-, solicita que se respete y se cumplan de manera plena los Acuerdos de Barbados firmado entre el Gobierno venezolano y la Plataforma Unitaria sobre destinados a la celebración en Venezuela de unas elecciones presidenciales “libres, democráticas y transparentes”.
Al igual que trasladara recientemente al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, Uribe-Etxebarria ha mostrado la preocupación de EAJ-PNV ante el grave incumplimiento por parte del Gobierno de Nicolás Maduro de algunos aspectos de los Acuerdos de Barbados. Por ello, el texto aprobado recoge la inquietud que existe ante el riesgo de que las autoridades venezolanas “tomen nuevas medidas que afecten negativamente a las candidaturas inscritas, por medio de inhabilitaciones personales, acciones contra los partidos políticos postulantes, actos administrativos o cualquier otro tipo de sanciones, hechos intimidatorios o limitaciones, que constituyan un ejercicio contrario a la libre participación que debe caracterizar a todo sistema democrático”.
Finalmente, el texto de la moción solicita al Consejo Nacional Electoral de Venezuela que reconsidere lo antes posible la revocación de su invitación a la Misión de Observación Electoral de la UE para las elecciones presidenciales venezolanas, algo que también contraviene los Acuerdos de Barbados. En este sentido, reitera que el pueblo venezolano debería poder elegir a su próximo presidente “en unas elecciones creíbles, transparentes y competitivas, respaldadas por la observación internacional, incluida la de la Unión Europea, que tiene un largo y distinguido historial de observación independiente e imparcial. Retomar esta invitación favorecería la creación de un entorno de mayor confianza en el proceso electoral en desarrollo”.