El Sestao River vivió ayer una tarde aciaga en Las Llanas. En medio de los últimos coletazos de la Borrasca Kirk, que se hizo notar en momentos puntuales del calentamiento y del partido, el equipo de Ángel Viadero naufragó en su camino a la Copa ante una SD Compostela que tuvo muy claro desde el pitido inicial cuál iba a ser su ruta hacia el éxito. Las gradas, que presentaron un gran aspecto pese a la climatología y el horario, se fueron consumiendo con cada ocasión fallada hasta el final del partido.
Dominio sin peligro
Desde el primer minuto del encuentro el Sestao River presentó sus credenciales. Cuando no se había cumplido el primer minuto de choque, los de Viadero ya habían tenido un centro - chut lateral de Joseda y un corner a favor para adelantarse en el electrónico. A pesar de ese dominio basado en largas posesiones horizontales, la SD Compostela amenazaba con arrancadas y contras la meta riverzale defendida ayer por Javi Garrido.
En una de esas carreras al espacio llegó la acción del gol. Tras una arrancada de los hombres de ataque del Compostela, los visitantes gozaron de un córner. El servicio desde la esquina buscaba el segundo palo, donde remató completamente solo un Ocaña que se encontró una pelota franca en la frontal del área pequeña tras una mala salida de Garrido. Con 75 minutos aún por delante, Las Llanas era optimista con la remontada.
Las ocasiones, que habían sido claras en el primer cuarto de hora sobre todo en las botas y cabeza de Aznar se sucedieron, pero unas veces el meta visitante Iago y otras la falta de puntería condenaron al River en la primera mitad. La respiración de los verdinegros se contuvo cuando, en el minuto 40, Efremov cayó desplomado en el área tras un fuerte golpe en la cabeza. Inexplicablemente y mientras varios futbolistas intentaban socorrer al central del Sestao, el árbitro dejó seguir la jugada hasta que Garrido, con una magnifica estirada evitó el segundo de los visitantes. Tal y como publicó el club verdinegro, el central se encuentra bien y a la espera de pruebas complementarias.
Los cambios no surtieron el efecto deseado por Viadero. Mermados por una plantilla corta y con bajas por lesión, el River intentó reaccionar pero de nuevo sin éxito. Leandro, que no tuvo el acierto al que acostumbra en la tarde de ayer, gozó de la mejor ocasión del partido en un centro lateral, pero su remate de cabeza fue interceptado por Iago. La tónica de la primera parte se repitió durante los segundos 45 minutos, con mucho dominio local pero sin acierto en un césped cada vez más levantado y castigado. Con el pitido final, las opciones de estar en el bombo de esta tarde de la Copa, medirse a un primera división de nuevo en Sestao e inyectar una importante suma económica por participar en el torneo del K.O. se disiparon ante la tristeza generalizada de la parroquia riverzale.