El Sindicato Médico de Navarra (SMN) augura la "ruina inminente" del sistema sanitario público navarro ante una "alarmante falta de médicos" que además prevé que va a empeorar.
"Si ahora estamos viviendo situaciones de demora en la atención, retrasos diagnósticos y ausencia de continuidad asistencial no quiero pensar como estaremos en unos meses. La sanidad navarra se ha convertido en un quiero y no puedo, en una sombra de lo que fue y en una ruina inminente", afirman Alberto Pérez Martínez, secretario general del sindicato, y Cocha Goñi Orayen, vocal de la ejecutiva.
Y subrayan que "muchos años de mala gestión e imprevisión son los responsables" del actual escenario, en el que "unas cuantas generaciones de políticos miopes y sectarios nos están conduciendo a un punto de deterioro inimaginable hace solo 10 años".
A todo ello suman ahora que "con Natividad y alevosía" el Gobierno "ha embutido" los Presupuestos para 2023 una modificación de la norma que "permite solicitar la excedencia voluntaria, es decir, la oportunidad de trabajar en otro puesto de trabajo público (fijo o contratado) conservando la plaza ganada por oposición" en la Administración Foral "excepto a los médicos de Navarra, que deben permanecer al menos dos años en su plaza fija antes de optar por acogerse a una excedencia voluntaria".
Y subrayan que "la falta de médicos que quieran venir a trabajar a Navarra es alarmante y la previsión es que la situación empeore en los próximos 5 años", una carencia de profesionales compartida con "sobrecarga" de trabajo y "maltrato institucional" mediante "cupos más numerosos, retribuciones congeladas, médicos cubriendo varios puestos de trabajo simultáneamente" e "imposibilidad de conciliar familia y trabajo" cuando "en otras comunidades y países nos ofrecen el pan y la sal que aquí nos niegan".
Por eso los portavoces del SMN consideran que ahora, al negarles la citada excedencia, les han convertido en "funcionarios de segunda", en "personal a hostigar, en personas sospechosas a las que reprimir, en facultativos que debemos ser sometidos a un régimen especial carcelario para evitar que nos vayamos lejos", por lo que advierten que "nos iremos igualmente" ya que "limitar nuestras opciones laborales no va a arredrarnos".
"Si en vez de mejorar las lamentables condiciones de trabajo actuales prefieren atarnos a la mesa de la consulta, van a conseguir lo contrario: que deseemos aún más buscar un trabajo digno, asumible, justamente retribuido, reconocido y agradecido. Y si no es en Navarra ¡será fuera!", dicen y se despiden con el aviso de que "nos vemos en la huelga" anunciada para febrero.