Desde hace décadas existe el debate de si cuando se está conduciendo es mejor apagar el motor cuando se llega a un semáforo en rojo, se está en un atasco y demás situaciones que provocan una inmovilización momentánea del vehículo. Se discutía siempre de si era más rentable apagar y volver a encender el motor que mantenerlo en marcha, si sólo a partir de determinados segundos de parada…
Ese planteamiento ha vuelto a resurgir con la generalización de los sistemas Start&Stop en muchos vehículos, que en caso de estar activado se encarga de apagar automáticamente el motor en esos momentos de detención si ponemos punto muerto y soltamos los pedales y que vuelve a encenderlo cuando volvemos a pisar un pedal o accionamos la caja de cambios. Y todo ello sin tocar la llave.
Reducción de consumo de combustible y de emisiones
Sí que hay acuerdo en que, con los motores de hoy en día, activando el Start&Stop se puede conseguir un doble beneficio: por un lado un ahorro de combustible en esos momentos de detención y por otro, relacionado con ello, una reducción de las emisiones contaminantes.
Pero no con eso se acaba el debate, porque ese sistema presenta una serie de problemas para el coche que conviene conocer para decidir si hacer uso o no de esa tecnología, si nuestro coche cuenta con ella.
Los problemas asociados al Start&Stop
Utilizar este sistema puede conllevar unos problemas. Los más comunes son los siguientes:
- Desgaste de la batería: para hacer frente a tantos esfuerzos de encendido y apagado del motor, los vehículos que cuentan con esta tecnología precisan de unas baterías de ciclo profundo, que son más caras y complejas y que pueden tener una vida más corta al soportar tantos ciclos de carga y descarga.
- Fallos en el motor de arranque: también tiene que hacer frente a un mayor trabajo que en los vehículos sin Start&Stop, lo que puede provocar su desgaste prematuro y que aparezcan fallos antes de lo previsto.
- Problemas en el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado o climatizador: al apagar el motor en las detenciones momentáneas, el sistema HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado/climatizador) se ve obligado a buscar otros métodos para mantener la temperatura, con lo que acaba siendo menos efectivo y perjudica el confort de los ocupantes.
- Más cambios de aceite: el constante encendido y apagado del motor provoca un incremento de la exigencia al aceite, que durará menos y necesitará de adelantar el momento de cambiarlo.
- Peligro para la transmisión: si el motor se detiene cuando el coche aún está moviéndose se reduce la presión de la transmisión y con el tiempo puede causar daños.
- Dependencia de los sensores: el sistema Start&Stop necesita de numerosos sensores para su correcto funcionamiento. Si alguno de ellos falla puede haber problemas en esa tecnología y producir errores también en otras funciones.
-Riesgo para el sistema de enfriamiento: las continuas detenciones del motor pueden llevar a un sobrecalentamiento. Para evitarlo, algunos coches cuentan con bombas de agua auxiliares con las que se busca contrarrestarlo. Por tanto, cualquier fallo en el sistema puede provocar que el motor no se enfríe como debería, con el consiguiente riesgo que entraña.
La importancia del mantenimiento
Para poder sacar rendimiento del sistema Start&Stop es necesario realizar un correcto mantenimiento de diferentes elementos del vehículo. Hay que revisar la batería y sustituirla cuando sea necesario; lo mismo sucede con el motor de arranque y con el sistema de ventilación, calefacción y aire acondicionado; además es imprescindible comprobar el funcionamiento correcto y la calibración de los sensores y cambiar el aceite regularmente, incluso más de lo normal, para proteger el motor ante tantos encendidos y apagados.