Actualizado hace 3 minutos
El salario mínimo interprofesional (SMI) en el Estado ha experimentado sucesivas subidas en los últimos años, alcanzando el 58,91 % del salario medio en 2022, 4,4 puntos más que en 2021. En el caso de Euskadi, el salario medio no supera el 50 %.
Ante estas desigualdades, el Ministerio de Trabajo ha propuesto un aumento del SMI de 50 euros para 2025, llevándolo a 1.184 euros mensuales. Aunque esta propuesta es la más alta entre las recomendadas por los expertos, los sindicatos exigen que el SMI quede exento de tributar para que el incremento sea significativo.
Por su parte, el Gobierno Vasco ha iniciado un estudio para establecer un salario mínimo adaptado a su realidad socioeconómica, mientras que los sindicatos en Euskadi y Navarra promueven una iniciativa legislativa que permita establecer un SMI propio.
Diferencias notables
Las diferencias de género agravan aún más la situación. El SMI equivale al 77 % del salario medio de las trabajadoras, por ejemplo, de Extremadura , pero solo al 45 % del de los hombres asalariados en Euskadi. En el caso de los hombres, únicamente cinco comunidades autónomas alcanzan el objetivo del 60 % del salario medio, mientras que para las mujeres esta proporción se cumple en once regiones.
Además, el porcentaje de trabajadores que perciben el SMI varía según la comunidad autónoma. Mientras que más del 20 % de los asalariados en Extremadura, Canarias y Murcia ganan el salario mínimo, en Navarra, Baleares y Euskadi este porcentaje no alcanza el 8 %.
En términos absolutos, Andalucía concentra la mayor cantidad de perceptores del SMI (20,7 % del total), seguida por Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña, que juntas representan seis de cada diez beneficiarios.
Reacciones a la nueva propuesta
La propuesta de territorializar el SMI, respaldada por algunos sectores, enfrenta dificultades debido a los riesgos de fragmentar la unidad de mercado. Según el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, tal medida tendría efectos negativos significativos.