Donostia – El Consell de la República, la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural han acordado promover una movilización unitaria el 19 de enero en Barcelona, con motivo de la cumbre hispano-francesa, según informó ayer el Consell, ente creado al amparo del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont para avanzar en la creación de una república catalana. Los promotores de esta movilización aseguran que entidades como la AMI (Asociación de municipios por la independencia), el Ciemen (Centro internacional Escarré por las minorías étnicas y nacionales) la Intersindical-CSC y la Intersindical Alternativa de Catalunya han confirmado su adhesión a la protesta.
La decisión de movilizarse durante esa cumbre se adoptó el pasado sábado y sus impulsores pretenden extender la convocatoria “a la movilización de todo el tejido social, civil y popular” de Catalunya. La protesta tendrá lugar “ante el lugar definitivo donde tenga lugar el cónclave”, y subrayaron que “el Gobierno español ha referido diversas veces que viene a Barcelona, también a certificar el fin del procés”.
Esta apelación de Moncloa al carpetazo al procés, que saca a relucir de forma cíclica para defenderse de los ataques de la derecha por sus pactos con los independentistas, es a su juicio “una provocación, una fantasía y una falsedad”. Alegan para ello que “no se ha dado ninguna solución política al conflicto, que aún hay representantes del movimiento en el exilio y que hay 500 personas pendientes de juicio por causas relacionadas con el referéndum del 1 de octubre”.
Los promotores de la protesta de la próxima semana argumentaron que “la voluntad de independencia está más viva que nunca” y que “no son los gobiernos de España y Francia los que representan, sino los que reprimen a la nación catalana y a sus gentes, a su lengua y cultura”.
Destacaron por último que la movilización del día 19 quiere ser “un clamor por la defensa del catalán y de la inmersión lingüística educativa desde la calle”. Por ello, “incorporará las demandas de la Catalunya Nord (áreas del sur de Francia donde se habla catalán), donde el catalán es perseguido por su uso en los plenos municipales”.
Esta protesta empieza a sumar adhesiones, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, llamó ayer a “movilizarse desde la unidad” por la cumbre entre los estados español y francés en la Ciudad Condal. En una entrevista en el programa El FAX de 8tv, aseguró que el gran activo del independentismo es la movilización, por lo que planteó “aprovechar” la ocasión para ganar visibilidad a nivel del continente europeo.
Para Turull, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, “tendría que poner en valor este gran activo y no repetir episodios del pasado”, en referencia a su controvertida decisión de no sumarse a la manifestación de la ANC en la pasada celebración de la Diada.
Desmovilizar
Encendió la mecha Carles Puigdemont, quien el pasado viernes emplazó al independentismo a unirse y a movilizarse con motivo de esa cita para “defender al país ante unos ilusos enterradores”. “Han trabajado para desmovilizar y romper la unidad, que han sido dos grandes herramientas para defender Catalunya ante un Estado que nos discrimina”, alegó.
Al detalle
Bilateral
Al más alto nivel. La cumbre hispano-francesa estará presidida por el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, y tendrá lugar el 19 de enero en Barcelona. De este modo, Catalunya albergará por segunda vez esta reunión de alto nivel entre los dos países desde que comenzó a celebrarse en 1987.
Pie en pared
Movilización. El expresident Carles Puigdemont denunció en Twitter que “han trabajado para desmovilizar y romper la unidad, que han sido dos grandes herramientas para defender Catalunya ante un Estado que nos discrimina y nos perjudica por el hecho de ser catalanes. El día 19, unámonos y movilicémonos para defender al país ante unos ilusos enterradores”. Su colaborador Josep Lluís Alay añadió que “esta enésima versión del Tratado de los Pirineos que España y Francia preparan para firmar en Barcelona debería tener una respuesta catalana contundente en la calle. Basta de humillaciones”.