El sol del verano, ¿fiel aliado o acérrimo enemigo de las pieles con acné?

Uno de los grandes mitos en el ámbito del cuidado de la piel es la creencia de que el sol y el agua del mar pueden ayudar en verano a mejorar y a eliminar de forma natural afecciones y brotes de acné. Pero, ¿es esto cierto?

Durante los meses más calurosos del año, nuestra piel está más expuesta al sol sin necesidad de pasar horas y horas tirados en la toalla. A priori puede parecer que los rayos solares ayudan a eliminar los brotes de acné, sin embargo esto solo se debe a que la piel se deshidrata y presenta una apariencia menos grasa.

Si las pieles con acné no se tratan convenientemente, las negativas consecuencias del sol a largo plazo pueden superar a los aparentes beneficios a corto plazo y en invierno los brotes de acné pueden surgir con mayor virulencia.

Una mujer se quita una espinilla frente a un espejo. Freepik

Cuando la piel detecta la deshidratación, intenta compensar esta carencia con la producción de más sebo, lo cual agravará los brotes de cara al frío. Por ello, es imprescindible mantener la piel correctamente hidratada para evitar el temido efecto rebote y propiciar que la mejora que se aprecia durante el verano sea real.

Además de deshidratación, el sol puede provocar en las pieles con acné quemaduras que pueden causar una obstrucción de los poros, iniciar brotes de larga duración, así como una mayor gravedad en la inflamación de las heridas cutáneas.

Por otro lado, la piel deshidratada por el sol tiende a queratinizarse, lo que hace que las células de la superficie se endurezcan y la capa externa de la piel se vuelva más gruesa. Esto va a dificultar la liberación de las células muertas y la salida del sebo por los poros, lo que puede agravar las lesiones provocando incluso pigmentaciones complicadas de eliminar.

Una mujer con acné posa sonriente. Freepik

Consejos para el acné en verano

Bruno Vassari, responsable de la línea de productos Pure Solution, ofrece varias recomendaciones para cuidar tu piel con acné de forma efectiva este verano sin riesgo de sufrir un efecto rebote:

- Protección continua. Durante los meses de verano tu mejor aliado será el protector solar con un alto SPF que proteja tu piel de forma integral. Es conveniente decantarse por un protector no comedogénico y libre de brillos para evitar la obstrucción de los poros.

- Evitar las horas con mayor índice UV. Es conveniente reducir la exposición al sol entre las 12.00 y las 17.00 para reducir el riesgo de sufrir una inflamación. Proteger la piel de forma adecuada ayuda a prevenir la hiperpigmentación postinflamatoria que aparece después de que las heridas causadas por el acné se hayan curado.

- Limita el tiempo de exposición al sol. Aunque utilices protección, no pases demasiado tiempo al sol y si está nublado no te confíes, ya que las nubes no impiden el paso de la radiación UV.

- Cuida tu piel de forma efectiva e integral. Lleva a cabo una limpieza efectiva y profunda de tu piel para evitar la obstrucción de los poros.

Si tienes acné, mantener una buena higiene e hidratación de tu piel en verano te permitirá lucir un cutis más saludable el resto del año con un menor riesgo de sufrir esos molestos y antiestéticos brotes.