Bizkaia

El sopeloztarra Yegor Varela acerca la actualidad jurídica en redes sociales

Es un activo divulgador y analista de las consecuencias penales de las noticias a través de su cuenta de Instagram
El sopeloztarra Yegor Varela, durante una visita este pasado verano a la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

Las redes sociales pueden dirigirse hacia múltiples usos. Desde el ámbito personal al profesional. En este caso, el sopeloztarra Yegor Varela, de 28 años, quiso ir más allá de colgar simples instantáneas en las que contar su vida personal y hace tres años decidió apostar por crear su propia marca en un momento muy delicado para la sociedad como fue la pandemia y, más concretamente, el estado de alarma. Tiempos llenos de incertidumbre, con más dudas que certezas, en los que quiso compartir sus conocimientos jurídicos, como letrado especializado en Derecho Penal por la Universidad Carlos III de Madrid, la University of Leiden y el Instituto de Estudios Bursátiles, analizando la actualidad desde la perspectiva jurídica, es decir, ahondando en las implicaciones legales, posibles consecuencias, penas, etc., remitiéndose a los códigos legislativos.

Durante la crisis sanitaria y las complejas situaciones legales que se les presentaban a los ciudadanos, por ejemplo, con los confinamientos y restricciones, decidió que era importante ofrecer un canal de comunicación diferente, con información sencilla y accesible para todo el mundo, pero siempre desde un punto de vista jurídico más que informativo a través de su cuenta @unjovenjurista. Sus análisis sobre los decretos del estado de alarma, los cuales consideró desde un primer momento que podían ser “inconstitucionales”, le reportaron una gran popularidad y en estos momentos cuenta con más de 36.000 seguidores en Instagram. “Tuve un poco de suerte porque analicé con un año de antelación los decretos del confinamiento y lo decía con una serie de argumentos. Luego es cuando se confirmaron esas inconstitucionalidades por parte del Tribunal Constitucional. Entonces empezó a llegar mucha gente interesada a mi cuenta”, recuerda.

Un contenido que buscaba llegar al gran público sin “ánimo de atizarle a nadie” que le reportó una comunidad fiel que buscaba luz en tiempos oscuros. “En un año pasé de tener apenas 3.000 seguidores a más de 28.000”, rememora. Un gigantesco crecimiento en las redes que ahora cuida y mima como a su “pequeño hijo”. Con ellas intenta compartir, más allá de leyes y conocimientos jurídicos, aspectos más personales que puedan servir de interés o inspiración a otras personas. “Tengo una historia personal detrás que quizás puede ayudar a otras personas. A veces los ejemplos personales son más precisos que las lecciones de vida generales”, reconoce.

DESPACHO

Sobre esta línea, Yegor actualmente trabaja como Legal Trainee en el despacho británico Herbert Smith Freehils de Madrid y lucha por abrirse camino en el competitivo mundo de la abogacía. Apasionado del Derecho Penal, fue el capitán que representó a España en el Telders Internacional Law Mood Court Competition. Asimismo, ha impartido una decena de conferencias en distintas universidades y tiene en el tintero proyectos editoriales. Sin embargo, hasta llegar a este punto han pasado muchas cosas en su vida. El punto de inflexión llegó hace cinco años. Con 23 años decidió cambiar el rumbo de su vida y lo apostó todo por la abogacía. Empezó Derecho, siguiendo la tradición familiar, puesto que su padre es jurista y su abuelo fue letrado mayor del Parlamento Vasco. “Hasta ese momento estaba dando tumbos, no tenía claro lo que hacer con mi vida”, refleja. Precisamente, la influencia familiar le llevó a “rebelarse” contra su destino. Pero una vez que se matriculó, a partir de primero de carrera, empezó “a sacar buenas notas” y su padre vio que “iba en serio”, indica.

No obstante, más allá de leyes y códigos penales, Yegor cultiva otra gran pasión como es la filosofía. “Siempre me ha gustado y digamos que es mi principal afición”, relata. No en vano, presume orgulloso de haber realizado la última entrevista al filósofo Antonio Escohotado y junto a su amigo Fran Bernal, discípulo del filósofo, ha creado un canal de YouTube para dar rienda suelta a esta materia. “Para mí el Derecho no está desligado del ser humano. Por eso me gusta esa conexión”, matiza.

Actualmente, la vorágine de Madrid le absorbe la mayor parte de su tiempo. “Llevo aquí dos meses trabajando para un despacho británico. Cada dos semanas procuro volver a Sopela, a ver a la familia y pasear por allí. Me relaja mucho”, afirma. De hecho, se costeó la carrera sirviendo copas en El Peñón. Ahora extraña el mar, pero vive el sueño de un joven jurista. “En Madrid se mueve toda la actividad a nivel de abogacía, aunque en Bilbao también hay despachos importantes”, concluye.

15/11/2022