Locales como las cafeterías son, para muchas personas, el primer lugar al que se acude cada día. En ellos, lo más normal es pedir un café con un pintxo (este último en el País Vasco) y leer el periódico para así arrancar el día con energía y positividad. Además del consumo de estos productos, estos establecimientos funcionan también como lugares sociales en los que se intercambian palabras con otros clientes o amigos.
Hacerlo de forma diaria, aunque sea cinco veces a la semana previo a la jornada laboral, supone un gasto económico a tener en cuenta a final de mes. Pagar tres o cuatro euros cada vez que se acude a un local de este tipo no parece mucho, pero sumando todas las veces que se acude de forma mensual sí que es más llamativo. Conocido como gastos hormiga, estos desembolsos económicos son determinantes en caso de querer ahorrar de cara al futuro.
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La inflación ha sido uno de los motivos por los que este tipo de gastos se han vuelvo cada vez más peligrosos. La subida de los precios que se ha extendido en la gran mayoría de productos y servicios no ha hecho más que continuar durante los últimos años, por lo que el precio de un café con leche en una ciudad como Bilbao, ha pasado costar 1,60€ a 1,80€ en varios establecimientos (los precios no son los mismos en todos los lugares, pero las subidas han sido similares). Una vez más, 20 céntimos no es mucho, pero la suma de todos los desembolsos en un periodo de tiempo relativamente extenso sí que lo es.
En redes sociales se ha viralizado, relacionado con los precios de los productos que han ido aumentando últimamente, una imagen de un ticket de una cafetería. Además de que el valor económico del café supera los 2€, lo más llamativo es el sorprendente motivo por el que el local cobra a un cliente, el cual siempre suele ofrecerse de forma gratuita.
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8,70€ por un café con leche
El recibo en cuestión cuenta con tres productos y servicios diferentes. Por un lado está el café, después está el extra de leche y finalmente está el servicio de luz y WI-FI. Todos ellos suman un total de 8,70€ euros, mientras que 5€ pertenecen al último servicio mencionado.
Esto ha llamado la atención en redes sociales, concretamente en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter) ya que la imagen ha sido añadida en un tuit con el siguiente mensaje por parte del usuario @soycamarero: "Una mujer estuvo horas con un café con leche y conectó su ordenador a la luz más el wifi del local, al sacar la cuenta a la clienta le añadió estos costes al ticket, ¿Cómo lo veis?."
Por lo general, los clientes que acuden a las cafeterías a tomar un café con leche tienden a estar un rato y posteriormente marcharse, todo lo contrario de la situación descrita en el tuit en el que la persona estuvo varias horas en el local.
Usuarios a favor y en contra
Como todo contenido viral en redes sociales, los usuarios no han dudado en compartir sus opiniones al respecto. Varios de ellos subrayan la buena actuación del establecimiento, argumentando el excesivo tiempo que el cliente empleó utilizando el ordenador.
En cambio, otras personas han dejado de lado el precio de la luz y el WI-FI y se han centrado más en el precio del extra de leche, ya que su valor casi supera al del propio café.
En otras ocasiones se han visto recibos de cafeterías y restaurantes en los que se han cobrado a los clientes por un vaso de agua o por utilizar el lavabo. Pero esta es posiblemente una de las primeras en las que una persona paga por el uso de luz y WI-FI. Un hecho que ha sido objeto de polémica e intercambio de opiniones que ha llamado la atención también por el hecho de que el asunto está señalado en italiano.
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