Las condiciones climatológicas adversas son más habituales en invierno, cuando las fuertes lluvias, la nieve, la niebla, el hielo o el barro son una constante en determinados climas y condicionan la visibilidad de los conductores y por tanto su seguridad, la de los ocupantes del vehículo y la de los otros usuarios de la carretera.
Por ello el correcto mantenimiento del parabrisas y los elementos accesorios es esencial para evitar incidencias desagradables. Su limpieza y buen estado pueden ser imprescindibles en un momento de apuro. Y en esta tesitura muchas veces tenemos que recurrir a los eyectores de agua para limpiar el cristal y nos encontramos con que están atascados y no disparan líquido para que las escobillas hagan eficazmente su tarea, o expulsan una cantidad escasa de agua, o no funcionan acompasadamente, o incluso están desajustados y el chorro sale desviado y no impacta en la zona de acción de los limpiaparabrisas.
En estas circunstancias es recomendable acudir a un sencillo pero eficaz recurso para solucionar el problema. Es ni más ni menos que el truco del alfiler o de la aguja. Mediante este elemento limpiaremos los orificios para que funcionen correctamente y proyecten el agua a la presión adecuada. Pero también para ajustarlos a ángulo preciso y hacia la zona central del cristal para que cumplan más eficazmente con su cometido.
Los eyectores son unas esferas metálicas con un agujero para la salida del agua orientada hacia el cristal del vehículo. Están situados en la parte superior del capó o en la zona inferior del parabrisas, plastificada o de goma, de la que salen los limpiaparabrisas. Además suelen estar protegidos parcialmente por un capuchón de plástico.
Este truco del alfiler es una pequeña operación que debes realizar de vez en cuando, sobre todo si viajas mucho, en tu coche para tener siempre a punto una solución rápida y eficaz para limpiar correctamente el parabrisas de tu coche.
Otros consejos
Otro de los trucos que debes tener en cuenta para tener en óptimas condiciones este elemento del coche en estas épocas de frío y hielo si tu coche duerme en la calle es poner un cartón o un plástico entre las escobillas y el parabrisas. Así lo protegerás de las gélidas temperaturas y podrás retirarlo cuando vayas a usar tu coche sin perder demasiado tiempo en dejarlo en perfectas condiciones.
Asimismo, es recomendable llevar anticongelante en el líquido limpiaparabrisas para evitar que las gomas de la escobilla se congelen y se cuarteen o rompan. Tampoco debes conectar los limpias si el parabrisas está congelado o hay mucha nieve sobre él, puesto que se dañarían las propias escobillas o el motor del limpiaparabrisas al atascarse o pegarse por culpa del hielo o la nieve.
También es recomendable revisar las escobillas un par de veces al año ya que los bruscos cambios de temperatura pueden dañar la goma y rayar o deteriorar el cristal. Si las gomas generan saltos bruscos o ruidos roncos es un indicio de que debes cambiarlas.
Y por último, llena el depósito del agua con productos específicos de limpieza para el parabrisas, que suelen tener efecto antimosquitos, despegan la suciedad más incrustada, y tiene efecto lluvia que mantienen el cristal más impoluto.