Tan solo el 32% de la población joven de Euskadi está emancipada. Y es que además de los precios inasumibles para la compra o incluso alquiler de los pisos, los menores de 35 años ven agravada su situación debido a la inestabilidad y la precariedad laboral.
Es la conclusión que pone de manifiesto el propio Gobierno vasco en el informe realizado para la presentación de la Estrategia vasca 2030 para favorecer la emancipación juvenil aprobado esta misma semana en el Consejo de Gobierno.
Según detallan, a pesar del disparado encarecimiento de la vida, y en particular de la vivienda, los jóvenes de entre 25 y 29 años cobran un sueldo medio 100 euros más bajo que en 2010, hace más de una década, lo que imposibilita en muchas ocasiones que puedan salir del hogar familiar. Es por eso que la mayoría de la juventud señala en las encuestas que el paro y, en particular, la precariedad del empleo son una traba fundamental para su emancipación. Y es que a pesar de que en Euskadi, entre los 25 y 29 años, trabajan 7 de cada 10 personas, lo hacen con un salario neto “medio” mensual de 1.337 euros, cuando en 2010 ascendía a 1.424. Y lo hace además en condiciones de alta temporalidad, siendo el caso del 56,3% así como con contratos parciales en el caso de casi uno de cada cuatro jóvenes en Euskadi.
Así las cosas, la CAV contará con un “ecosistema” de ayudas que ha puesto en marcha Lakua para facilitar que los menores de 35 años puedan adelantar el comienzo de sus proyectos vitales, entre otras cosas, para darle la vuelta a la crisis demográfica en la que Euskadi lleva años envuelta.
De hecho, una de las ayudas pone el foco precisamente en aliviar la carga monetaria que supone tener hijos e hijas, por lo que cada familia cuenta ya con una ayuda de 200 euros mensuales hasta que cumplan los 3 años, sea cual sea la renta media de la familia.
No es el caso sin embargo, de la partida destinada a entre 25 y 29 años, que podrán acceder a ella tan solo si cobran menos de 28.000 euros anuales.
Según el análisis realizado por el Gobierno vasco, las personas jóvenes destinan algo más de la mitad de su salario al pago de la vivienda. Concretamente, supondría el 51,1% del salario neto mensual en la modalidad de alquiler y el 52,9% en la de compra. Además, la brecha entre la renta de mercado de alquiler y la renta máxima tolerable es de casi 300 euros, la ayuda que dará el Gobierno vasco mediante el programa Emantzipa que se empezará a cobrar en 2024.
Tendrá una duración de un máximo de dos años, y las personas beneficiarias deberán disponer de un contrato de alquiler o de compra de una vivienda libre y acreditar un empadronamiento previo. En 2021, la renta de mercado de alquiler se sitúa 293 euros por encima de la renta máxima tolerable, que supone destinar como máximo el 30% del salario neto mensual, para las personas de 18 a 34 años, una brecha que trata de paliar Lakua.
50% emancipada
El objetivo de la Estrategia es contribuir a que en el horizonte de 2030 la tasa de emancipación de las personas jóvenes se aproxime al 50%, nivel en que se sitúa la media de la Unión Europea. En términos de edad media de emancipación, el objetivo es situarla por debajo de los 28 años. El criterio de esta estrategia es, según apuntan en el informe, “ integrar, compactar y optimizar políticas ya establecidas junto a nuevas medidas y actuaciones en un mismo marco de objetivos. En definitiva, configurar un sistema sinérgico de actuación”.
Así las cosas, la Estrategia contempla asimismo, otras medidas “orientadas a colaborar con las generaciones jóvenes en sus procesos de autonomía y construcción de proyectos de vida y familia”. Por eso, además de la ayuda de 300 euros de jóvenes de entre 25 y 29 años o la partida de 200 euros mensuales para los progenitores de recién nacidos, también contempla las ayudas al alquiler del Programa Gaztelagun que pueden llegar hasta los 300 euros al mes, la gratuidad de la etapa 0-2 años de las Haur Eskolak, las deducciones fiscales por descendiente, o las medidas que ya están en vigor en materia de conciliación.
Y junto con ello, la batería de medidas orientadas a fomentar el empleo y la formación para el empleo, mediante el Plan de Choque de Empleo Juvenil, o a promover la cohesión y prevenir la exclusión mediante el adelanto de la edad para acceder a la RGI o el Programa Trapezistak.
Proyectos vitales
Así las cosas, la finalidad de la estrategia es “restaurar el equilibrio de la pirámide de población y rejuvenecer la sociedad vasca”. Teniendo en cuenta así, que “la emancipación juvenil y la construcción de proyectos de fami-lia son factores clave en este sentido. El desarrollo de los proyectos de vida, personales y familiares, de las personas jóvenes constituye un fin en sí mismo y, al mismo tiempo, una condición para alcanzar el equilibrio, junto con la gestión del saldo migratorio”.