Lo suyo fue llegar y besar el santo. De la mano de Juan Fernández, Joseba Beloki cumplió un “sueño” al debutar en el Tour de Francia el 1 de julio del año 2000. Pese a que ya había logrado una victoria de prestigio meses atrás en una etapa del Tour de Romandía, el gasteiztarra sorprendió a propios y extraños tras ser capaz de colarse en el podio de los Campos Elíseos tres semanas después.
Tras una lucha fratricida en la crono final con su compañero de equipo Christophe Moureau, el alavés acompañó en el cajón de París a Armstrong y Ullrich. “Descubrir el Tour el primer año con el resultado que tuve, la verdad es algo todavía difícil de digerir”, afirma incrédulo el alavés tras acabar tercero en su estreno en la ronda gala.
Reconoce que vivió su debut “sin presión. Como no sabíamos lo que iba a pasar al día siguiente, pues vas pasando etapas y ya está”. El entonces corredor del Festina era consciente de que cualquier día podía explotar: “Si reventaba, reventaba”.
"NO TENGO RECUERDOS DEL PRIMER PODIO; POR ESO EL SEGUNDO LO DISFRUTÉ EL DOBLE, ESE Y EL PRIMERO"
No lo hizo. Pasó con nota incluso La Madeleine, un puerto que le atemorizaba y se la jugaría cara a cara en una contrarreloj contra Moureau en la que el francés era favorito. El de Lazkao recuerda con satisfacción cómo transcurrieron esos días previos a la lucha por el último cajón del podio de París. “Fue una de las mayores satisfacciones que tengo dentro del ciclismo. No era fácil, lo llevamos bien y al final en meta nos fundimos en un sincero abrazo”. Ya era podio del Tour. El primero, algo inesperado, pero que no lo tiene ni en la memoria. Por eso, cuando le preguntan si se trata de su mejor recuerdo asegura: “No tengo recuerdos del primer podio”
Beloki repetiría el tercer puesto en 2001, de nuevo por detrás del norteamericano y el alemán y éste sí que es su mejor recuerdo como ciclista. “Siempre digo que el segundo es el que más lo disfruté, ya que lo hice por partida doble. Por el primero y el segundo”. En 2002 fue capaz de subir hasta el segundo peldaño al ser solo superado por el corredor texano tras la ausencia de Ullrich. Un Tour en el que tuvo que sufrir hasta el final. “Nunca lo he tenido fácil. Ahí estuvo Rumsas apretando para quitarme el segundo puesto”, rememora.
LA CAÍDA
En sus tres primeras participaciones, Joseba Beloki había logrado subir al podio y el gasteiztarra buscaba dar un nuevo salto hacia el peldaño más alto en su cuarto intento. El ciclista de la ONCE miraba de tú a tú a Lance Armstrong en 2003. Segundo en la general a solo 40 segundos del poderoso ciclista del US Postal, el pupilo de Manolo Saiz se mostró más combativo que nunca.
Sin embargo, el 14 de julio todas sus ilusiones se truncaron en el descenso de La Rochette. El abrasador calor acabó fundiendo los sueños de Beloki. El ciclista vasco perdió el control de su bicicleta al topar su rueda trasera con un tramo de asfalto derretido por el sol. Beloki sufrió una aparatosa caída en la que acabaría rompiéndose el fémur, el codo y la muñeca derecha. Ya no volvería a ser el mismo. Roto. ¿Su momento más duro? “Sí. Es duro porque ves que se ha terminado todo. Cuando estás roto lo sientes y desde el primer momento yo sabía que estaba roto”. El final de un sueño. Cruel desenlace para el cuento de hadas que vivió Beloki con el Tour.