En 2021 se registraron en Euskadi 148 suicidios, una cifra menor a la registrada en 2020. De hecho, hace tan sólo unos días, la red de salud mental de Alava pedía no hablar de una epidemia de suicidios porque la tasa sigue estable.
El catedrático de psiquiatría, que fue jefe de psiquiatría en el Hospital Universitario de Alava y el Hospital de Cruces, Miguel Gutiérrez Fraile subraya que sin restar importancia a un problema como este es necesario actuar con "prudencia y sentido común" sin, añade, "interpretaciones erróneas o exageradas".
Se refiere concretamente al suicidio infantil. "Apenas existe. Hay casos sí pero se está proyectando a la sociedad noticias que parece que en todos los colegios hay riesgo suicida importante y esto es inaceptable éticamente", remarca.
El catedrático y miembro de la Real Academia de Medicina del País Vasco destaca que el suicidio abunda principalmente a partir de los 60 años sobre todo en personas con enfermedades físicas y psíquicas. "El problema no está en la adolescencia y no se puede confundir entre suicidio confirmado, una tentativa o una idea suicida que no busca consumarse", añade.
Docentes al límite
¿Qué les pasa a los adolescentes y a los niños? No es una pregunta fácil de resolver. "Estamos en una sociedad sobre protectora en la que la Administración debe resolver todo. Es una sociedad demandante. Más probabilidades de vivir feliz el que persigue sus objetivos que el que vive de objetivos inalcanzables. Soy muy crítico con el sistema educativo", reconoce.
“ Los profesores son las víctimas del sistema educativo. Entre los sindicatos y las familias, los profesores están machacados ”
Miguel Gutiérrez Fraile, catedrático de psiquiatría
Asegura Miguel Gutiérrez que ha tratado a muchos profesores en su profesión. "Es un desastre. El producto resultante es una infancia o juventud con pocos recursos para confrontar la vida. Los docentes totalmente desprotegidos", denuncia.
Un fenómeno muy complejo
"El suicidio es un fenómeno humano", señala. Entiende que "no se puede decir que todo el que se suicida está mal de la cabeza. Es un error", afirma. "Puede haber estrategias de prevención de suicidio y otra cosa es que todos los suicidios tengan una base psquiátrica. Hay psiquiatras empeñados en psiquiatrizar el suicidio. Se suicida quien tiene enfermedad pero también el que no", explica.
Los datos mismos desmiente la idea de que hay una pandemia suicida. La estadística refleja un aumento del 1,6% respecto al año anterior. "¿Se puede hablar de pandemia suicida?", se pregunta. "Es fácil dar datos, lo difícil es interpretarlo", destaca.
En este sentido pide diferenciar el suicidio y las tentativas suicidas que en la mayoría en la juventud busca llamar la atención. "Afortunadamente la mayoría de las veces no busca suicidarse", asegura.
El doctor Gutiérrez no termina de creerse todos los anuncios que vienen de la clase política. "Yo soy de los de ver y creer. Los políticos obedecen a otros criterios. Todo esto me suena a música celestial", lamenta. "Mientras no haya financiación esas campañas no existen", matiza.
“ Estamos en el país que inaugura pero no evalúa ”
Miguel Gutiérrez Fraile, catedrático de psiquiatría
De todas formas considera que no es adecuado emplear demasiados medios para prevenir algo "anecdótico" como puede ser el riesgo de suicidio infantil sino que es mejor poner esos recursos donde más suicidios hay, es decir, entre la población mayor de 60 años.
Otra de sus críticas es cómo funciona la sanidad pública respecto a la psiquiatría. "Es un desastre. Que un paciente psiquiátrico cambie de médico cada tres visitas interrumpe el proceso terapéutico y esos tratamientos no valen para nada", lamenta.
“ La pandemia ha puesto patas arriba el sistema sanitario. Hay que reestructurar las cosas. La situación actual no es buena. ”
Miguel Gutiérrez Fraile, catedrático en psiquiatría