En Euskadi hay más de 4 mil pisos turísticos, un fenómeno al alza que ha sido necesario regular sobre todo en ciudades como Donostia donde su proliferación ha llegado incluso a generar problemas. De ahí la importancia de la sentencia del Tribunal Supremo que crea jurisprudencia pero que ha dejado aún algunas dudas sin resolver como indica Ignacio Jaurrieta, abogado del bufete Montes & Asociados en ONDA VASCA. "Lo que realmente ha ocurrido es que el Supremo ha confirmado lo que hace tiempo se viene aceptando por las audiencias provinciales. Las comunidades pueden acordar prohibir actividades económicas en sus inmuebles", afirma. 

La duda principal reside en torno a las mayorías que se necesitan, es decir, si vale con una mayoría de tres quintos o si para prohibir esa actividad se necesita unanimidad. Sin embargo esa unanimidad se antoja complicada, matiza, teniendo en cuenta que un voto en contra va a haber, el del dueño del piso que quiere que sea piso turístico. De ahí, destaca, la importancia de los estatutos de la comunidad y de que recojan expresamente la prohibición de esta actividad económica. 

Lo que sí está claro, añade el letrado, es que la sentencia "no tiene efecto retroactivo". Es decir, que aquellos que tengan ya una vivienda turística en su comunidad y no tuvieran prohibiciones en relación a esto podrán impedir nuevas pero no la que ya existe, puntualiza. 

Actualidad

El Supremo avala el veto de los pisos turísticos en los edificios que lo prohíben por estatutos

Noticias Taldea Multimedia

El Alto Tribunal considera que que el alquiler de viviendas para uso turístico es una actividad económica