El Tribunal Supremo de Pakistán ha declarado como "ilegal" el arresto del ex primer ministro Imran Khan, detenido el martes por supuesta corrupción, y ha dictado su "liberación inmediata", aunque deberá alojarse en una casa de huéspedes de la Policía paquistaní.
Así, el máximo organismo del Poder Judicial paquistaní ha dictaminado que la "forma de ejecución" del arresto de Khan es "inválida e ilegal", pues violó el derecho a la justicia del exmandatario y fue en contra de la "santidad y seguridad" del tribunal.
El presidente del Supremo, Umar Ata Bandial, ha ordenado al ex primer ministro personarse el viernes por la mañana en la sede del Tribunal Supremo de la capital, Islamabad, según recoge el diario paquistaní 'Dawn'.
Mientras tanto, Khan se deberá alojar en una casa de huéspedes de la Policía, aunque no será considerado como preso. Además, ha permitido que el exmandatario esté acompañado de diez personas, a la par que ha ordenado a la Policía de Islamabad a garantizar su seguridad.
Durante la vista de este jueves, Bandial ha instado al ex primer ministro a "condenar" las protestas violentas desatadas tras su detención, que han dejado ya al menos ocho muertos y otros 1.900 detenidos. "Solo queremos elecciones en el país", ha defendido Khan.
Por su parte, el Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI), formación liderada por el ex primer ministro, ha hecho un llamamiento a sus simpatizantes para que se alejen de las inmediaciones del tribunal islamabadense.
Khan fue cesado en octubre de 2022 a través de una moción de censura en el Parlamento, aprobada después de que el Tribunal Supremo revocara la decisión del entonces primer ministro de disolver el Parlamento y anunciar elecciones anticipadas.
En noviembre, el ex primer ministro resultó herido de bala tras ser tiroteado durante una protesta organizada por el PTI contra el nuevo Gobierno, encabezado por el actual primer ministro, Shehbaz Sharif.
Hasta ahora se encontraba bajo custodia mientras las autoridades investigan su implicación en un caso de corrupción derivado de la supuesta entrega de unos terrenos a la Universidad Al Qadir a cambio de la devolución de una cantidad de dinero incautada en Reino Unido al empresario paquistaní Malik Riaz.
Tanto el ex primer ministro Khan como su mujer, Bushra Bibi, han sido acusados de estar detrás de un desfalco de 50.000 millones de rupias (unos 157 millones de euros) tras un acuerdo con un multimillonario.
REACCIONES A LA LIBERACIÓN DE KHAN
Tras conocerse la decisión del Supremo paquistaní de liberar al ex primer ministro Khan, el ministro de Defensa, Jawaja Asif, ha denunciado un "doble rasero" por parte de la Justicia, pues considera que miembros de su partido "no recibieron justicia de esta manera".
"El Tribunal Supremo se ha asegurado de que a él se le proporcionen todas las instalaciones y se le permita reunirse con diez personas. Mi única pregunta es por qué estos dobles raseros", ha cuestionado el ministro Asif.
"Imran alega que lo golpearon con porras y no puede recordar todo lo que sucedió tras eso. La memoria es una cuestión de conveniencia para él (...). ¿Hasta cuándo será engañada la nación?", ha recriminado Asif al respecto del estado de salud de Khan durante su arresto.
Por otro lado, el ministro de Defensa ha acusado a Khan de animar a la violencia durante las protestas de simpatizantes del TPI durante los últimos meses, y ha señalado también al resto de la cúpula de dicha formación, a la que señala de atacar "la seguridad nacional" y crear "enemistad".
Por su parte, el líder del PTI, Shahbaz Gill, ha hecho un llamamiento a los simpatizantes de Khan para animarles a "continuar con la protesta pacífica" y no ceder posiciones. "No se puede confiar en ellos (...). Sé pacífico, pero protesta enérgicamente", ha manifestado Gill en su perfil oficial de Twitter.
En la misma línea, el líder del PTI, Hammad Azhar, ha instado a sus votantes a desplazarse hasta las inmediaciones de la sede del Tribunal Supremo en Islamabad de cara a la audiencia programada para el jueves.