El Tribunal Supremo celebra este miércoles la vista pública para revisar la sentencia del caso Vizcay-tras los recursos presentados por los procesados-, la primera condena sobre corrupción deportiva dictada en España por amaño de partidos en la temporada 2013-2014, entre Osasuna y jugadores del Betis, que impuso penas de casi 9 años de prisión.
La Audiencia de Navarra condenó por unanimidad al exgerente del club Ángel Vizcay, el expresidente Miguel Archanco, los exdirectivos Juan Antonio Pascual y Jesús Peralta, el extesorero Sancho Bandrés, los agentes inmobiliarios Cristina Valencia y Albert Nolla, y los exjugadores del Betis Antonio Amaya y Xabier Torres.
Las penas impuestas por delitos de apropiación indebida, falsedad en documento mercantil, falsedad contable y corrupción deportiva oscilan entre los 8 años y 8 meses de prisión para Vizcay y los 9 meses a Valencia y Nolla.
La sentencia considera probado que los condenados, miembros en aquella época de la directiva de Osasuna, acordaron primar a dos exjugadores del Betis -Amaya y Torres- con 650.000 euros, por incentivar su victoria ante el Valladolid en la jornada 37 de la temporada 2013-2014 y para dejarse ganar en el partido de Pamplona en la jornada 38.
Dice la resolución que ofrecer dinero o beneficios a un club por ganar un encuentro busca una ventaja propia, pero, además, produce una serie de efectos concatenados como el perjuicio de otros equipos que dependen de esos resultados de terceros y los perjuicios económicos derivados de las apuestas o quinielas.
Y añade que los incentivos económicos por parte de un tercer club a otro para fomentar un resultado positivo influyen en la competición.