Las opciones de regresar a competición europea la próxima temporada se complican para el Surne Bilbao Basket por su incapacidad de sumar resultados positivos lejos de Miribilla. El conjunto vizcaino sumó este sábado su décima derrota consecutiva como visitante al caer en la cancha de un Betis (86-78) que se jugaba buena parte de su permanencia en la Liga Endesa y que actuó con mayor intensidad y contundencia que los hombres de negro, demasiado inestables, inconexos y flojos de energía, dependiendo en exceso de las rachas de acierto desde la línea de tres para competir.
Contundentemente superados en la lucha por el rebote (46 a 30, 20 a 11 en el ofensivo), sin constancia a la hora de anotar desde la larga distancia (33%, tirando 33 veces de tres puntos por 32 de dos) y con Adam Smith, su gran referente en ataque, demasiado fallón (11 puntos, 3 de 13 en lanzamientos en juego), la retaguardia tampoco fue, ni de lejos, una tabla de salvación. Con cinco jugadores anotando entre 17 y 12 puntos, el conjunto andaluz siempre tuvo un referente para fabricar puntos. Jeremy Pargo en la primera mitad y Jean Montero en la segunda demostraron su talento natural, Tyson Pérez impuso su desbordante energía (29 de valoración) y B.J. Johnson desatascó situaciones apuradas, pero el que rompió el duelo fue Aleksandar Cvetkovic, autor de siete puntos en un abrir y cerrar de ojos en el parcial de 11-0 en el cuarto final con el que los de Luis Casimiro decantaron la cita a su favor para colocar un 77-65 a 4:13 del final sin vuelta atrás.
Precisamente fue en esos compases de choque cuando el conjunto visitante, con poca dinamita salvo los 18 puntos de Denzel Andersson y un par de rachas positivas de Nikola Radicevic y Georgios Tsalmpouris, se quedó seco. Los pírricos cinco puntos anotados en los primeros seis minutos del acto final dejaron claro que los de Jaume Ponsarnau están llegando justos de gasolina a este tramo final del ejercicio y que sin el empuje extra de Miribilla les falta filo y compostura para sacar partidos adelante.
INTERCAMBIO DE GOLPES
El encuentro arrancó con mucho ritmo y poca defensa por parte de ambos contendientes. Los tempraneros ocho puntos que facturó Johnson para los anfitriones fueron contestados por parte del conjunto vizcaino con tres triples de Emir Sulejmanovic, Smith y Radicevic. Así, el primer cuarto fue un constante intercambio de golpes con los hombres de negro gozando de pequeñas rentas. Lo que Sule anotaba en una canasta gracias a su buen trabajo al poste era contestado por Pargo a base de calidad individual, hasta que el mal uso de las faltas por parte de los de Ponsarnau, regalando tiros libres, y un par de pérdidas provocaron que los diez primeros minutos bajaran la persiana con un empate a 22 puntos.
El encuentro perdió algo de eficacia ofensiva, con el Betis armando mejor su retaguardia pero perdiendo demasiados balones. En las filas visitantes, Jeff Withey regresó a la acción y dos triples de Álex Reyes colocaron el 28-30 en el ecuador del segundo acto. Pero los anfitriones fueron poco a poco controlando el ecosistema del encuentro y gracias a dos triplazos de Pargo y a una acción de dos más uno de Tyson Pérez demarraron hasta el 37-31 a 3:29 del descanso, obligando a Ponsarnau a parar el choque. Poco mejoró el juego de los visitantes hasta el ecuador de la cita. Abrumadoramente superados en el rebote (27-10 en el global, 11-1 en capturas ofensivas), el parcial de 14-3 antes de una canasta de Andersson dejó un 42-35 que obligaba a mejorar para poder competir.
PROBLEMAS
En la reanudación, el Surne Bilbao Basket intentó armar mejor su retaguardia para evitar que el Betis jugara tan fácil. Pese a que en los compases iniciales del tercer cuarto siguió regalando tiros libres, Radicevic se hizo amo y señor del partido en ataque y los visitantes lo agradecieron. Con el base ordenando y también anotando y con Tsalmpouris en plan ejecutor, el 2-14 disparó a los visitantes hasta el 49-54. Sin embargo, no fueron capaces de dar continuidad a su buen momento. El Betis se rehizo con un 8-0 de la mano de Tyson y Johnson, aunque dos triples seguidos de Andersson sirvieron para que el choque llegara con igualdad extrema a sus diez minutos finales: 60-60.
La tensión ganó enteros y en circunstancias difíciles el Betis encontró el recurso de las penetraciones del descarado Montero. Por contra, el conjunto vizcaino le costaba anotar. Con una única canasta en juego en casi seis minutos, el Bilbao Basket comenzó a caminar sobre el alambre. Hacían falta recursos que comenzaban a escasear. Por contra, Cvetkovic hizo acto de presencia y el partido saltó por los aires. Un triple suyo, una antideportiva de Smith tras pérdida de Radicevic y otros cuatro puntos del serbio cimentaron un parcial de 11-0 que fabricó una diferencia que sería ya insalvable: 77-65 a 4:13 de la última bocina. Intentaron recomponerse los hombres de negro de la mano de Radicevic y Andersson (77-70), pero otra pérdida del director de juego balcánico y dos triples fallados por Xavi Rabaseda en la misma jugada pusieron alfombra roja al triunfo bético, con Montero poniendo la guinda con acciones individuales de enorme calidad. La décima derrota seguida lejos de Miribilla complica muchísimo el objetivo de regresar a Europa la próxima temporada.