Polideportivo

El Surne Bilbao Basket, escaso de pólvora, pierde en Andorra

Andrew Goudelock persigue a David Jelinek.

El Surne Bilbao Basket no ha podido dar continuidad este sábado a la magnífica victoria conquistada siete días atrás en Lugo y ha caído en la cancha del Morabanc Andorra por 82-72 víctima de su flojo rendimiento ofensivo ante un rival intenso, corajudo y con mayores recursos que se jugaba sacar la cabeza de la zona de descenso y ha mostrado mayor ardor guerrero y deseo. Al conjunto de Álex Mumbrú le faltan más de veinte puntos en su rotación exterior tras la marcha de Valentin Bigote y la lesión de Ludde Hakanson. Ante el Breogán no los echó de menos por su sobresaliente acierto en el triple y las enormes actuaciones individuales de Andrew Goudelock y Damien Inglis, pero esta vez los porcentajes desde más allá de la línea de 6,75 han estado muy por debajo de lo deseado (25%, 6 de 24), los 20 puntos del ala-pívot francés no han sido suficientes y las pérdidas de balón, cinco en el decisivo último cuarto, han pesado como una losa porque gracias a ellas los anfitriones han podido correr para sumar catorce puntos sin ninguna oposición.

Pese a todo, sin el acierto de otras veces pero con trabajo y esfuerzo, la escuadra vizcaina ha alcanzado muy viva el último cuarto, llegando a ganar por 60-62 a nueve minutos del final, pero se ha descompuesto con demasiada facilidad. Triple de Clevin Hannah, bandeja de Mario Nakic tras pérdida, dos tiros libres fallados por Jeff Withey, misil lejano de David Jelinek tras otra bola extraviada por la ofensiva bilbaina... En definitiva, parcial de 14-2 y se acabó lo que se daba. Los visitantes no han tenido recursos para darle la vuelta al 74-64 a 5:30 de la última bocina porque salvo Inglis y chispazos de Gytis Masiulis el resto ha rendido por debajo de lo deseable y los de David Eudal han viajado sin oposición hasta la victoria con Oriol Paulí y Moussa Diagné anotando en dobles figuras como escuderos de Jelinek y Hannah.

ENORME IGUALDAD

Tras un arranque de partido equilibrado, con Masiulis suministrando puntos para los visitantes y los de Eudal buscando a Jelinek en su emparejamiento con Goudelock y confiando en la calidad individual de Hannah, fueron las pérdidas de balón las que provocaron el primer desequilibrio en el luminoso. Tres cometieron de manera consecutiva los de Mumbrú, y el Morabanc Andorra se despegó hasta el 13-7 en un periquete. Sin embargo, la entrada de las segundas unidades benefició a los hombres de negro. Su estructura ganó consistencia, Jonathan Rousselle, Álex Reyes e Inglis aportaron anotación y el acto inaugural se cerró con un optimista 15-17 pese a los seis balones perdidos que figuraban ya en la hoja de servicios bilbaina, guarismo que calcaban los anfitriones, horribles (3 de 11) en el tiro de dos puntos (acabaron con un notable 63%, con un 21 de 27 en los otros tres cuartos).

Con el ala-pívot francés en estado de gracia en ambos aros, la ventaja del Surne Bilbao Basket se fue hasta el 17-25 (parcial total de 4-18) a ocho minutos del descanso, pero no hubo demarraje. Demasiados fallos en lanzamientos abiertos y cierto abuso del triple colapsaron la producción ofensiva de los hombres de negro. Tampoco su rival, muy fallón cerca del aro, estaba para tirar cohetes, pero poco a poco fue recuperando terreno hasta obligar a Mumbrú a detener el choque con un 26-28. No fueron a mejor las cosas para los suyos, pues los anfitriones le dieron la vuelta a la tortilla (33-30), pero la entrada en escena de Goudelock con sus primeros puntos del partido, dos triples seguidos, frenaron la sangría aunque no evitaron que fueran los de Eudal los que llegaron en ventaja al ecuador de la contienda.

INTERCAMBIO DE GOLPES Y DEMARRAJE

En la reanudación, el duelo siguió por derroteros muy similares: mucha igualdad y propuestas ofensivas que funcionaban con luces y sombras, sin acabar de imponerse una a otra. Los primeros compases de ese tercer cuarto fueron un intercambio de golpes entre el soberbio Inglis y un Diagné muy entonado en los lanzamientos laterales (48-47). Cuando el primero se sentó para recuperar oxígeno y el segundo fue relevado por sus tres faltas, fueron Withey por un lado y Drew Crawford por el otro los que cogieron el relevo. ¿El resultado? Ni andorranos ni vizcainos lograron despegarse en el luminoso y la contienda llegó a sus diez minutos finales con un empate a 58 puntos que dejaba absolutamente todo en el aire.

Pero el panorama no tardó en cambiar. Con 60-62, un triple de Hannah y otros cinco puntos seguidos de los de Eudal tras pérdidas bilbainas abrieron un parcial de 14-2 que ya no tuvo vuelta atrás porque a los visitantes les faltaron recursos ofensivos. El 74-64 a 5:30 del final fue una losa imposible de levantar para un conjunto vizcaino que siguió totalmente atascado en ataque. Ángel Delgado, desdibujado, desperdició otras dos acciones ofensivas seguidas y los Jelinek, Diagné y Paulí encontraron alfombra para hacer saltar el partido por los aires. La victoria y el average particular se quedaron en Andorra.

19/03/2022