Tres de tres del Surne Bilbao Basket en la Basketball Champions League. Como en esto del deporte profesional el fin justifica los medios y lo más importante reside en el resultado, los hombres de negro han facturado este miércoles en la cancha del Igokea una importante victoria que les permite seguir al frente del Grupo D de la Basketball Champions League. Eso sí, el encuentro fue de los que no merecen ser archivados en la memoria, más complicado de digerir que el vinagre de cooperativa por desordenado e inconexo, un correcalles entre dos equipos que han acumulado errores por doquier y que el conjunto de Jaume Ponsarnau ha decantado a su favor desde el ecuador del tercer cuarto, en el momento en el que ha puesto algo de cemento a un entramado defensivo que ha hecho aguas hasta el descanso, encajando 49 puntos.
Es meritorio ganar en tierras bosnias sin Nikola Radicevic y Denzel Andersson, baja también tras el golpe recibido el pasado domingo ante el Baskonia, pero el conjunto vizcaino necesitará mayores dosis de aplomo y contundencia si quiere ganar sostenibilidad en su rendimiento, sobre todo en la competición doméstica. Cierto es que cuando se ha puesto el mono de trabajo ha podido con el Igokea, pero una vez más ha concedido de inicio demasiadas alegrías a un rival que ha aprovechado para envalentonarse. Siete rebotes ofensivos concedidos en el acto inaugural, tres acciones de canasta y adicional en el segundo, seis pérdidas en el tercero... Concesiones que se pagan muy caras ante rivales de mayor enjundia y que conviene controlar.
Tras el esfuerzo sin recompensa del derbi del pasado domingo, al conjunto vizcaino le ha costado poner su maquinaria en funcionamiento. Hasta el descanso se ha mantenido en pie gracias a los extraordinarios dos primeros cuartos de Ignacio Rosa, con 17 puntos y un cinco de cinco en triples, y posteriormente han sido Ludde Hakanson y Jeff Withey los que han tomado cartas en el asunto. Adam Smith y Francis Alonso comparecieron en los minutos finales para poner la guinda al pastel, pero el colectivo precisa de ellos una aportación de puntos más continuada. Por parte de los anfitriones, el acierto triplista de Antabia Waller ha sido una pesadilla durante los tres primeros cuartos, pero su 10 de 22 en tiros libres se ha convertido en un regalo para los intereses de los hombres de negro.
Correcalles
Ambos equipos arrancaron la contienda pisando el acelerador a tope, jugando al galope y activando sus muñecas a la más mínima oportunidad, con las defensas como meras espectadoras. El Igokea dominó el luminoso desde el salto inicial porque el Surne Bilbao Basket perdió sus dos primeras bolas en ataque y permitió que su rival capturase rebotes ofensivos prácticamente sin oposición -siete en el primer cuarto- en un duelo que en su amanecer parecía una pugna directa entre Antabia Waller e Ignacio Rosa. Con el 18-13, el estadounidense había facturado ya doce puntos mediante cuatro triples, con el ala-pívot de los hombres de negro respondiendo con once. Con la retaguardia bilbaina mostrando muy poca solidez, Stephens se hizo dueño de las distancia cortas para permitir al Igokea cerrar en ventaja el acto inaugural (26-24) pese a la resistencia de Álex Reyes desde la línea de 6,75 y con los visitantes habiendo cometido una sola falta en los primeros ocho minutos pese al aluvión de puntos encajados.
Y poco cambiaron las líneas maestras del encuentro en los siguientes minutos. El conjunto vizcaino siguió sin activarse atrás, llegando tarde a las marcas y sin acertar con lo que el encuentro requería y los anfitriones aprovecharon para mantener el mando de las operaciones. Los de Ponsarnau llegaron a igualar la contienda a 36 puntos a cinco minutos del descanso, pero entre Waller y Crawford volvieron a estirar el chicle, llegando con una mínima ventaja al ecuador de la contienda (49-48) pese a dos nuevos triples de Rosa.
Reacción
En la reanudación, el Surne Bilbao Basket armó mejor su retaguardia y a pesar de que su juego cayó en cierto atropello y descontrol, acumulando hasta seis pérdidas de balón en el tercer cuarto, poco a poco fue dándole la vuelta al encuentro. Se puso en ventaja con el 53-54 obra de Michale Kyser y entre Agustín Ubal y Smith, que por fin entró en el partido, dieron vuelo a los hombres de negro con un par de triples. Waller, totalmente enchufado desde la larga distancia, trató de que el conjunto vizcaino no se marchara en el marcador, pero al Igokea le pesaba su brutal desacierto desde la línea de tiros libres (4 de 12).
El 66-72 a diez minutos de final dibujaba un panorama esperanzador visto lo visto, pero exigía una buena gestión de la situación por parte de los de Ponsarnau. Y costó lo suyo. Los hombres de negro, de nuevo encadenando un par de pérdidas, necesitaron casi tres minutos y medio para sumar sus primeros puntos en el acto final y dieron vida a los anfitriones, que siguieron complicándosela desde la línea de tiros libres. Por momentos, parecía que ninguno de los dos equipos estaba dispuesto a dar el golpe de riñón definitivo para desequilibrar la balanza, hasta que Hakanson y Smith metieron dos triples seguidos para colocar el 73-82 a 3:35 del final. ¿Asunto cerrado? Para nada. Dos ataques muy mal resueltos y una pérdida en campo propio poniendo el balón en juego dieron esperanza al Igokea (78-82), aunque el triple de Alonso la fulminó para mantener a los de Ponsarnau invictos en la BCL.