El Tribunal Constitucional de Alemania (BVG) ratificó este jueves la obligatoriedad de vacunar a los niños contra el sarampión, al desestimar los recursos de cuatro familias que querían enviar a sus hijos a la guardería sin la requerida inmunización.
Según el tribunal con sede en Karlsruhe (sur), la obligatoriedad de la vacuna del sarampión, que ha entrado en vigor por etapas a partir del 1 de marzo de 2020, es compatible con la Constitución ya que "mejora de forma significativa la seguridad sanitaria del niño".
En un comunicado, el BVG argumentó además que, aunque la obligación es una intromisión en los derechos de los progenitores, el Estado está obligado a proteger a personas vulnerables que no se pueden vacunar, como las embarazadas o los niños de menos de un año, lo que constituye un bien prioritario.
"En vista del muy elevado riesgo de contagio del sarampión y de los peligros asociados a un curso grave de la enfermedad, se pone en peligro de forma considerable a terceros," señaló el tribunal.
Certificado
Desde 2020, las guarderías y madres de día solo tienen permitido admitir a niños mayores de un año cuando estos estén vacunados contra el sarampión, mientras que desde este mes también las familias de los menores en edad escolar deben aportar el correspondiente certificado, so pena de multa.
Los padres y madres que recurrieron al BVG argumentaban que la obligación constituye una intromisión injustificada en sus derechos parentales y en el derecho a la integridad corporal de sus hijos.
El tribunal ya había desestimado en 2020 una queja por el procedimiento de urgencia que pretendía paralizar la aplicación de la ley y se pronunció este jueves de forma definitiva sobre el caso.
No obstante, dio razón a los demandantes en el aspecto de que solo están obligados a aceptar para sus vástagos una determinada combinación de la vacuna, la conocida como triple vírica (contra el sarampión, la rubeola y las paperas).
Los expertos creen que el sarampión, que puede dejar secuelas graves en algunos casos e incluso producir la muerte, solo se podrá erradicar si se alcanza una tasa de vacunación del 95% de la población.