Cultura

El Teatro Gayarre acoge el estreno de 'Hemingway', propuesta escénica que despoja a la persona del mito

El montaje, protagonizado por Julio Alonso y dirigido por Patxi Larrea a partir del texto de Maritza Núñez, subirá a escena el jueves 9 de febrero (20.00 horas)
De pie, de izquierda a derecha, Pablo Salaberri, Manolo Almagro y Virginia Cervera; sentados, Julio Alonso, Maritza Núñez y Patxi Larrea.

El 6 de julio de 1923, Ernest Hemingway llegó a Pamplona como reportero del Toronto Star, iniciándose un idilio con la capital navarra y los Sanfermines que, tres años después, dio lugar a su primer éxito literario, The sun also rises, Fiesta en castellano. Un siglo después, la empresa navarra Global Servicios Culturales produce Hemingway, montaje teatral basado en la obra de Maritza Núñez que “despoja a la persona del personaje”, al ser humano del mito, para repasar los hitos principales de su vida desde otro lado. Así, frente al eufórico, agresivo, alcohólico y machista escritor, que también, se nos descubre a un hombre herido, frágil y con grandes conflictos personales y familiares. Un Ernest Hemingway al final de su existencia, ingresado en una clínica psiquiátrica, cuando la memoria le falla y la escritura ya es una posibilidad. Cuando, por eso, la única realidad es su “incapacidad para seguir viviendo”. El estreno del espectáculo, dirigido por Patxi Larrea, tendrá lugar el jueves 9 de febrero, a las 20.00 horas en el Teatro Gayarre.

Julio Alonso, actor que se inició en el teatro en Navarra a finales de los años 90, creando junto a otros compañeros la compañía Almadía en 2001, regresa a Pamplona para encarnar al autor de Adiós a las armas. Y lo hace acompañado en escena de Pablo Salaberri, en el que también es su retorno a las tablas; Virginia Cervera; Manolo Almagro e Iñigo Salinero. Un elenco que da vida a distintos personajes que fueron clave en la biografía del periodista y escritor y que aquí se le aparecen como “espectros”. Desde la reportera Martha Gellhorn, una de sus mujeres, hasta la actriz Marlene Dietrich, una de sus grandes amigas; el escritor Ezra Pound; pasando por su madre y su padre, al que siempre le reprochó haberse suicidado, “incurriendo, así, en una de sus grandes contradicciones”, habida cuenta de cómo acabó. También está su enfermero, un personaje inventado que mantiene un duelo dialéctico continuo con él durante toda la obra “y que el público tendrá que decidir a quién cree que representa”.

Una foto en instagram

El germen de esta propuesta está en una foto que Julio Alonso publicó en su perfil de Instagram a finales de 2021. “Entonces, un amigo me comentó que podía hacer de Hemingway”, cuenta. Y sigue: “Al principio no le di mucha importancia, pero luego empecé a entusiasmarme y a buscar una obra”. Así dio con este texto de la dramaturga peruana afincada en Helsinki Maritza Núñez, con la que logró comunicarse después de dar unos cuantos rodeos. “A partir de ese momento, contacté con Global Servicios Culturales y con Patxi Larrea. y poco a poco se fue configurando el equipo”, señala el intérprete, que dice haber creado al personaje “en un proceso de entedimiento continuo con el director” y siempre “desde la humildad”. Y documentándose, claro. “He leído todos sus libros, hasta París era una fiesta, que terminó entre ingresos hospitalarios, cuando ya estaba perdiendo la memoria, y, pese a ello, es una obra de arte”.

También ha trabajado el parecido físico, que es notable, “pero eso es algo anecdótico”. “Lo importante ha sido encontrar la esencia del personaje, y, en eso, me han ayudado mucho mis compañeros”. Es el caso del director, Patxi Larrea, que admite que cuando hace un año Alonso le envió el texto, “de primeras me impresionó y de segundas me asustó”. Y es que, “yo vengo más del mundo de la comedia y me dio la sensación de que había cosas que me quedaban grandes”, pero Julio “me arrastró y la pelea ha sido larga, pero muy interesante”. También le ayudó a conocer mejor al escritor, “del que no sabía mucho”, ver la miniserie Hemingway en Filmin. “Me iluminó y entendí que el texto tiene una gran profundidad y les da una vuelta a los grandes hitos de su vida, humanizando a la figura que la mayoría conocemos como un amante de los Sanfermines, borracho, mujeriego...”

Después de este proceso, Larrea confiesa que ya no ve al Premio Nobel de la misma forma, y que la obra teatral lo presenta como un hombre “roto, frágil, con una relación muy difícil con sus padres”. En definitiva, como un ser humano “incapaz de vivir en el momento en que sus recuerdos se desvanecen y ya no puede escribir”. Frente al personaje famoso, “aquí aflora la persona”, afirma el director de escena, que valora haber contado con una productora como Global, “que permite que el equipo trabaje”. Del mismo modo, “esta obra sería imposible sin Julio y sin el resto del elenco”, tampoco sin el compositor Gorka Pastor, “que ha creado una música fascinante”; la escenografía de Pedro Salaberri; los videos de Andrés Salaberri; el vestuario de Aiora Ganuza, o el diseño de iluminación de Rubén Millo. “El trabajo conjunto le ha dado sentido a esta propuesta que tiene muchas capas y que el espectador disfrutará en la que medida que quiera”, concluye.

Rechazo inicial

Maritza Núñez lleva unos días en Pamplona invitada por la productora y está feliz de que el estreno europeo de su obra tenga lugar en esta ciudad a la que “creo de corazón que recordó en los últimos momentos de su vida”. En el texto, Hemingway evoca los Sanfermines en una conversación con el enfermero, expresando “una añoranza muy sentida” de unas fiestas que para él representaban “la juventud, la plenitud, la fuerza”. Y le gustaba el encierro, según Núñez, porque “le atrapaba ese baile con la muerte”; de ahí que como corresponsal también se instalara en las trincheras.

No es el primer personaje real sobre el que escribe la dramaturga. Antes lo hizo sobre Frida Kahlo y su entorno y sobre Gabriela Mistral. A Hemingway “al principio lo rechacé” por esa “imagen de macho agresivo con las mujeres y sus amigos”. Sin embargo, “un día iba caminando por Madrid y vi una postal de sus últimos días y su mirada me despertó mucha ternura”. De ahí surgió esta obra. “Escribir sobre alguien que es perfecto no me ofrece muchas posibilidades como dramaturga. Lo que nos hace interesantes como seres humanos es la convivencia con los demonios”, y de eso el escritor sabía mucho. En ese sentido, la autora reconoce que, aunque pueda parecer “irreverente” componer una historia a partir de alguien conocido e incluso mitificado, a ella le interesa “abrir una ventanita” y asomarse a “ese jardín secreto que todos tenemos y no solemos compartir con los demás”. Y sobre el montaje que se estrena mañana en el Gayarre, comenta que le ha “conmovido” ver a Julio Alonso acompañado de un equipo “maravilloso”.

'Hemingway', nuevo estreno del Teatro Gayarre

08/02/2023