La borrasca Domingos dio ayer domingo sus últimos coletazos en el Estado, que afectó sobre todo a Galicia, que registró centenares de incidencias; árboles caídos, inundaciones, fuerte oleaje... un temporal que se dejó notar también en Cantabria y Euskadi, ambas en aviso rojo por peligro extremo.
La borrasca Domingos dejó en Galicia un reguero de incidencias. En total 1.166, entre las 18.00 horas del viernes y las 06.00 horas de este domingo, ríos desbordados, árboles caídos y carreteras cortadas.
Todo el norte se vio afectado por el temporal.
Según informó el 112, en la últimas 12 horas registraron 360. El problema más recurrente durante esta jornada de meteorología adversa fue de casos relacionados con los fuertes vientos y lluvias. Las tareas de prevención de riesgo por parte de los servicios de emergencias sumaron 140, los postes y cables en las vías de circulación 107 y 38 incidentes relacionados con los restos de accidentes y derrumbes de tierra y piedra.
Con todo, también hubo inundaciones en carreteras, derrumbamientos, anegamientos en viviendas y las balsas de agua. En las últimas horas, los incidentes más destacados tuvieron que ver con la caída de árboles en las carreteras y se registraron varios accidentes de circulación de este tipo. En nivel naranja estuvieron aún ayer las costas de Galicia y Asturias, donde por olas de 7 a 8 metros, y, ocasionalmente, viento del oeste de 50 a 61 km/h , es decir, de fuerza 7.
En Cantabria se registraron más de 300 incidencias ligadas a la borrasca, y en Baleares, el temporal marítimo fue de nivel amarillo con viento del oeste y suroeste de 50 a 60 km/h y olas de 3 a 4 metros. En cuanto al viento, que este sábado dejó rachas de hasta 203 kilómetros por hora en Valdezcaray (La Rioja) y de 161 kilómetros por hora en Estaca de Bares (A Coruña), siguió ayer soplando con fuerza en el norte de Galicia y el Cantábrico.
Euskadi también registró fuertes rachas que alcanzaron los 80 kilómetros por hora en Matxitxako, según Aemet, y donde las olas superaron los 6,9 metros.
Más frío
Las temperaturas bajarán hoy de forma generalizada en todo el Estado y la inestabilidad continuará en el litoral gallego y cantábrico con riesgo importante por oleaje y riesgo por lluvias, según el pronóstico de la Aemet. En concreto, Asturias, Cantabria, A Coruña, Lugo, Pontevedra, Gipuzkoa y Bizkaia estarán en alerta naranja por fenómenos costeros con olas de hasta 8 metros y vientos de hasta 74 kilómetros/hora.
Dos personas hacen frente a la lluvia y el viento con su paraguas.
En general, se espera que en el extremo noroeste peninsular continúe la inestabilidad con cielos nubosos y precipitaciones afectando a Galicia y zonas aledañas. Estas precipitaciones serán más intensas y frecuentes en áreas de litoral, pudiendo llegar a localmente persistentes en los de su extremo noroeste. También serán probables los chubascos en litorales del Cantábrico, sin descartar tormentas ocasionalmente acompañadas de granizo que podrían afectar a Galicia.
Además, la cota de nieve se situarán en 1.600/1.800 metros en Pirineos bajando a 1.200/1.400, y con baja probabilidad, 1.200/1.400 metros en la Cantábrica occidental, Ibérica norte y sistema Central, según Aemet, que también avisó de probables bancos de niebla matinales en áreas de montaña.
Respecto a las temperaturas, descenderán de manera generalizada en todo el país, con heladas débiles en los principales sistemas montañosos, que serán más intensas en Pirineos, donde llegarán a fuertes en las zonas más elevadas.
Asimismo, el viento soplará de componente oeste en la Península y Baleares, más intensos en los tercio norte y este y en litorales, llegando a fuerte con rachas muy fuertes en los del norte de Galicia y Cantábrico.
El apunte
Francia, sin luz. Unos 160.000 hogares continuaban ayer sin electricidad en Francia desde el jueves pasado debido a los problemas causados por el paso de la borrasca ‘Ciarán’, seguida después por ‘Domingos’, si bien el nivel de vigilancia se redujo ya este domingo, hasta siete departamentos en alerta naranja. El paso de ‘Ciarán’ había dejado inicialmente a algo más de un millón de clientes franceses sin electricidad y el temporal causó dos muertos confirmados por el Gobierno, así como 47 heridos.