Araba

El tercer sector reivindica un modelo de acogida cercana ante la presión migratoria

La apertura del macrocentro para refugiados en la antigua clínica Arana sigue generando recelos en Álava
Actividad impulsada por Cruz Roja de Álava con jóvenes refugiados en Gasteiz.

Las solicitudes de protección internacional, tanto las de asilo como las temporales, tocaron techo el pasado 2022 en el conjunto del Estado, en la CAV y también en Araba.

Restablecida la movilidad entre países tras la peor fase de la pandemia y con la guerra en Ucrania como nuevo actor, la “fuerte presión migratoria” se ha redoblado en el entorno cercano y, en este contexto, una de las medidas del Gobierno central ha sido acelerar la apertura de nuevos recursos para personas refugiadas como el macrocentro diseñado en la antigua clínica Arana de Gasteiz.

Ha pasado ya casi un mes desde la licitación de este proyecto, del que poco más se sabe de que tendrá 350 plazas, pero las dudas –cuando no el rechazo– siguen cundiendo entre las instituciones del territorio y el tercer sector social, recelos a los que esta semana se han sumado los verbalizados por los vecinos del barrio.

Distintos modelos

Porque, más allá de esa falta de información, las características de este recurso colisionan desde el origen con el modelo basado en la diversificación de los recursos y en una atención personalizada que viene practicándose a nivel local.

Cáritas, Zehar Errefuxiatuekin y Cruz Roja son tres de las entidades sociales con implantación en el territorio que apuestan, con sus matices pero en esencia, por una atención de cercanía que derive en la mejor inserción posible de las personas refugiadas en la sociedad que las acoge.

“Estamos integrando a las personas dentro de nuestro tejido social, y eso es clave”, apunta en este sentido Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas Vitoria, en declaraciones a este periódico.

“Es cierto que todavía no hay mucha información con respecto al perfil de personas para el que iría destinado dicho centro, pero en todo caso no permite una acogida cercana y no permite que estas personas puedan entrar a convivir de una manera mucho más normalizada en la sociedad receptora”, remarca, por su parte, Arantza Chacón, directora de Zehar.

Potenciar fortalezas

Desde Cruz Roja, su responsable de Asilo y Atención Humanitaria, Nahia Díaz de Corcuera, cree que “no es tan importante el modelo, el tamaño”, pero sí la asistencia que se da a esas personas que por uno u otro motivo han abandonado su hogar y han tenido que cruzar una o varias fronteras en busca de refugio.

“La clave es la intervención individualizada, multidisciplinar, poniendo siempre en el centro a la persona. Facilitando el que sigan desarrollando capacidades, potenciando sus fortalezas y que a corto y medio plazo puedan desenvolverse de manera autónoma en la sociedad de acogida. Que es el propósito de toda persona que viene y desde luego de nuestra organización”, apunta Díaz de Corcuera.

La clave es la intervención individualizada, multidisciplinar, poniendo siempre en el centro a la persona

Nahia Díaz de Corcuera - Cruz Roja

Según los datos recopilados por el Ministerio español de Interior, las solicitudes de protección internacional se más que duplicaron en Álava el año pasado, tras pasar de las 296 de 2021 a las 1.044 de 2022.

Fue un incremento más significativo incluso que el del conjunto de la CAV, que se quedó en algo más del doble –de 1.725 a 4.086 requerimientos–, lo cual colocó a Álava en el ranking por encima de Gipuzkoa –con 1.019 solicitudes–.

Colombia y Venezuela, con 97 y 51 solicitudes de protección en Álava a lo largo de 2021, respectivamente, fueron también los países más emisores de personas desplazadas al conjunto del Estado ese año y en 2022, aunque en orden inverso. Todavía no hay cifras cerradas por provincias.

Por otra parte, desde el inicio de la guerra ha habido en el territorio alavés 693 resoluciones para la protección temporal de migrantes desplazados por la guerra en Ucrania, tres de ellas en lo que va de 2023.

El centro que se ha planteado para nada tiene que ver con lo que llevamos años trabajando aquí

Arantza Chacón - Directora de Zehar-Errefuxiatuekin

Independientemente de las cifras, a todas luces alarmantes, Arantza Chacón cree que “es muy difícil saber si las plazas (planteadas en el macrocentro) son necesarias o no” en Euskadi, debido a la falta de información que todavía envuelve este proyecto.

“Y en todo caso, (el centro) está pensado desde la lógica del modelo estatal y no tiene nada que ver con el modelo de Euskadi”.

“El modelo estatal plantea un sistema en el que la movilidad de las personas es mucho mayor, los acompañamientos, los itinerarios y los procesos de incorporación a la sociedad a la que llegan se plantean de otra manera y eso hace que la lógica de este centro sea otra que para nada tiene que ver con nuestros modelos”, remarca la directora de Zehar.

Se trata, según subraya Chacón, de un recurso que “nada tiene que ver con lo que llevamos años trabajando aquí” y que “choca de manera frontal”.

La experiencia de los CIES ha terminado en una dinámica cuasi carcelaria

Ramón Ibeas - Secretario general de Cáritas Vitoria

Ibeas, que lamenta la falta de “una fuente de información directa” sobre este proyecto, teme que sus amplias dimensiones lo conviertan en un recurso similar a los polémicos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES) que España tiene en Madrid, Barcelona, Canarias o Algeciras.

“La experiencia de los CIES ha terminado en una dinámica cuasi carcelaria”, recuerda el secretario general de Cáritas en la ciudad, quien denuncia que el modelo de acogida del Estado “existe, pero no funciona”.

“Restrictiva” legislación

Y pone un dato sobre la mesa: que, “en el mejor de los casos”, la respuesta positiva a las personas que solicitan refugio se da en apenas el 8% de las ocasiones debido a una Ley de Extranjería “restrictiva” y que “condena a estas personas a la irregularidad”. Se trata, según Ibeas, de “un proyecto que no aporta nada”.

“Manejar previsiones o identificar qué necesidades puede haber es difícil sin datos”, apunta por su parte Díaz de Corcuera, que se muestra más cautelosa.

“En cualquier caso, no responde al modelo de acogida que defendemos desde nuestra entidad, pero tampoco al que se está trabajando en Euskadi en mesas de diálogo y de trabajo conjunto”, subraya, de nuevo, Arantza Chacón (Zehar).

En cifras

1.044 solicitudes de protección internacional se registraron en Álava a lo largo de 2022, más del triple que en el ejercicio previo (296). El territorio se situó por encima incluso de Gipuzkoa (1.019).

693 resoluciones para la protección temporal de migrantes desplazados por la guerra en Ucrania se han tramitado en el territorio desde el inicio de la guerra, tres de ellas este año.

09/02/2023