Con la memoria de la presentación del Tour del próximo curso aún reciente, la organización de la carrera francesa descubrió las tres etapas que compondrán la Grand Départ de Lille. Después de la intensa, emocionante y exigente puesta en escena del Tour en Euskadi con un gran desnivel acumulado y con ese deje aún presente en la apuesta de Florencia en el arranque de la próxima edición, el Tour se serenará en el inicio de 2025. Eso se desprende del retorno a Francia. El final, tras el paréntesis obligado en Niza por los Juegos Olímpicos de París, regresará a los Campos Elíseos. Lille, además de la salida, será la primera meta (185 kilómetros) como sucediera con Bilbao. En una jornada, 5 de julio, en la que el viento puede alterar los planes, se presupone un final ideal para los velocistas. Una recta de un kilómetro aguardará al pelotón en el descorche del Tour de 2025.
Los velocistas puros lo tendrán complicado en la segunda jornada entre Lauwin-Planque y la llegada a Boulogne-sur-Mer 209 kilómetros después. Aguardará la exigente Côte d’Opale antes de la lucha por la victoria en Boulogne-sur-Mer. Será un día ideal para gente explosiva y que obligará a los líderes que pujen por la carrera a estar atentos a los movimientos. La tercera etapa saldrá de Valenciennes y llegará a Dunkerque tras 172 kilómetros. Si el viento asoma, puede agitarlo todo. El martes 8 de julio, el Tour partirá desde Amiens hacia un territorio desconocido por el momento.