Después de los fastos del Galibier, del esprint luminoso de Tadej Pogacar, de la resistencia de Jonas Vingegaard y de la mejor versión de Remco Evenepoel, el Tour acude al juicio del reloj. La crono de 25,3 kilómetros entre Nuits Saint Georges y Geverey-Chambertin servirá para fijar un retrato más realista de las opositores al trono. Posarán sobre un fotomatón que todo lo expone. Sin filtros y sin coartadas. Solos ante el crono, que dictaminará. En la cúspide se miden tres ciclistas superlativos: Pogacar, Evenepoel y Vingegaard.
Pogacar, el líder, dejó su sello en el Giro con dos apariciones estratosféricas bajo la mirada del cronómetro. El esloveno volador fue capaz de derribar a un hiperespecialista como Filippo Ganna en la primera de las dos cronos y a punto estuvo de someterle en la segunda. Se lleva bien con el reloj Pogacar, siempre recordada su gesta en el Tour de 2020 en la Planche des Belles Filles, cuando arrancó el amarillo a Primoz Roglic tras una actuación sideral, lisérgica. Una cronoescalada para la historia. “El favorito es Remco, por algo es el campeón del Mundo y está ganando muchas etapas contrarreloj. Será la referencia. Yo estoy bien”, apunta el esloveno. Pogacar defiende el amarillo, pero señala a Evenepoel, campeón del Mundo de la modalidad, como el gran favorito.