En ocasiones se echa la vista demasiado lejos para encontrar referentes, pero en Ezkerraldea y Meatzaldea tienen la fortuna de no tener que salir de la comarca para encontrar personas y entidades en las que fijarse y de las que aprender. Ayer jueves, Serantes Kultur Aretoa fue el escenario en el que Ezkerraldea y Meatzaldea pudieron decir un inmenso gracias a las diez personas, colectivos y clubes que recibieron el Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria como reconocimiento al trabajo diario con el que hacen de sus municipios y su entorno un lugar mucho mejor.
La de ayer jueves, como no podía ser de otra forma, fue también la vuelta de lo más parecido a la normalidad, ya que volvió a haber público en los premios y el aplauso a cada premiado pudo ser más multitudinario que el de hace un año. La anfitriona de esta edición de los Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak fue la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urkijo, quien reconoció que "aunque sea con mascarilla y ciertas medidas, podemos volver a reunirnos casi de manera prepandémica. Eskerrik asko a DEIA por seguir apostando por reconocer a quienes han destacado en nuestra comarca a lo largo del año". La bienvenida de la primera edil santurtziarra fue el primero de los puntos de la gala que estuvo conducida por Alain Salterain y, acto seguido, intervino Kike Hermosilla, director de Desarrollo de DEIA. "Os damos la bienvenida a una gala en la que damos altavoz a quienes trabajan por y para sus pueblos", explicó Hermosilla, quien prometió que Ezkerraldea y Meatzaldea "volverán a tener sus galas por separado el año que viene, como ocurría antes de la pandemia".
Pero los grandes protagonistas de la velada eran los diez premiados y el primero en desfilar por el escenario de la sala principal de Serantes Kultur Aretoa fue Eriz De la Cruz, quien recibió el premio por su vocación por la ganadería, por llevar 17 de sus 38 años de vida impulsando el ganado de leche con su explotación ganadera ubicado en el barrio de San Julián en Muskiz. La tierra hay que trabajarla muy duro día a día y la labor solidaria, igual. Bien lo saben en Alkamar, ONG que lleva dos décadas de labor en el Sahara y que ayer jueves recibió por ese trabajo no solo el Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria sino el gran aplauso del público congregado en el SKA. Si ayer jueves se pudo celebrar la gala casi con total normalidad, ha sido gracias a la vacunación y las medidas sanitarias implantadas. En ese aspecto la Unidad de Atención Primaria de Ortuella ha sido muy importante y por ello recibieron su más que merecido premio de manos de Saulo Nebreda, alcalde de Ortuella. "Estamos mejor que hace unos meses, pero hay que mantener las medidas de protección. Estamos trabajando en ir recuperando las actividades para niños y mayores que hemos tenido que dejar aparcadas durante la pandemia", aseguraron Txelo Sopelana y Miren Albizuri. Por desgracia, el cáncer infantil no se ha quedado confinado en tiempos de pandemia y sigue afectando a centenares de niños. Aspanovas ayuda a día de hoy a cerca de 130 familias y, desde su sede ubicada en Barakaldo, organiza cómo prestar ayuda a quienes pasan por este trance. María José Martínez y Ainhoa Fernández, presidenta y coordinadora, respectivamente, de Aspanovas Bizkaia recibieron el premio en lo que fue uno de los momentos más emotivos del acto.
La educación ha sido un aspecto fundamental en Ezkerraldea y Meatzaldea y la Fundación Durañona ha sido todo un referente en esta materia desde que allá por 1868 se pusiese manos a la obra para lograr una ciudadanía mejor educada y más formada. Ayer jueves, 153 años después de su fundación recibió el agradecimiento de toda una comarca en forma del Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria. La trayectoria del IES Dolores Ibarruri es notablemente más corta que la de la Fundación Durañona, pero no menos importante, ni mucho menos. El instituto ubicado en Abanto-Zierbena está soplando las 50 velas y por ello recibió su merecido premio de manos de la diputada de Administración Pública y Relaciones Institucionales, Elixabete Etxanobe y la alcaldesa de Abanto-Zierbena, Maite Etxebarria. En representación del centro, recibieron el galardón su director, José Luis Andrade y los docentes Jon Iñaki Carnicero e Idoia Muruaga.
El deporte fue el gran protagonista en la recta final de la gala. Ellas, las representantes del equipo de bolos a katxete de Zierbena, fueron las primeras deportistas en pisar el escenario del SKA por ser todas unas pioneras por ser las primeras mujeres en formar un club de esta práctica deportiva. Su relevo lo tomó José Manuel Crespo, quien además de haber sido campeón del mundo en 1983, lleva formando remeros en Kaiku desde 2008. La recta final de la gala fue muy santurtziarra. El remero Gorka Arostegi es muskiztarra, pero el pasado año él, junto a sus compañeros de la Sotera ha dado muchas alegrías a la localidad marinera. Ha hecho historia haciéndose con la Liga ACT y la Bandera de La Concha y, por todo ello, ayer recibió el Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria. El fútbol santurtziarra está cumpliendo cien años y uno de sus principales exponentes es el Dinamo San Juan, un club que lleva desde 1973 siendo el gran referente de San Juan y esa labor tuvo premio anoche. "La vuelta a la competición tras la pandemia está siendo ilusionante. Tenemos más de 200 jugadores y el equipo senior no ha perdido ni un partido ni ha encajado un solo gol", señaló Alejandro Díaz, presidente de este club que ayer goleó en su propio municipio.