Llegó en el momento justo, cuando la confianza del ciudadano de a pie se tambaleaba a causa de las incesantes subidas en los precios de los alimentos, los carburantes, la electricidad…. Y ahora, un mes después, los usuarios del transporte público están más preocupados por saber cuándo podrán quitarse la mascarilla para coger el tren o subirse al autobús, el metro o el tranvía. Ya han asumido que aquella medida anticrisis auspiciada por el Gobierno español -y ajustada luego en cada comunidad- caduca el 31 de diciembre así que mientras dure esa medida de gracia la aprovechan sin echar la vista atrás.
Lo están haciendo, además, con intensidad. Al menos, esa es la primera conclusión que trasladan los principales operadores del transporte de Bizkaia. Una lectura preliminar de los datos que manejan desde la activación de este plan ideado para desincentivar el uso del vehículo privado en favor del transporte público y, de paso, aliviar las tensiones de tesorería domésticas apuntan en esa dirección. Así las cosas, el gratis total aplicado por Renfe para sus Cercanías y Media Distancia se lleva la palma. Un ejemplo: el primer día que se abrieron las taquillas, 3.362 personas retiraron ya sus abonos para la C1 (Santurtzi), la C2 (Muskiz) y la C3 (Orduña).
Y la excelente acogida de esta disposición se ha notado en los andenes de Abando desde ese primer instante, tal y como ha confirmado a DEIA personal de la estación. Sobre todo a primera hora y al mediodía, coincidiendo con los horarios de trabajo y de estudio. “Hay muchas caras nuevas”, bromeaban los trabajadores. “Se les nota porque dudan al entrar, se paran a mirar… Algo lógico porque habrá mucha gente que hasta ahora cogía el metro porque les quedaba más cerca de casa o por lo que sea….”, describían.
En la estación de La Concordia, operada también por Renfe, los pasajeros llegados a diario desde Enkarterri hasta la capital también han aumentado. Los tiempos de viaje no son competitivos, pero sí el precio y eso ha sido suficiente reclamo para que casi dos mil personas hayan sacado el abono para esa línea entre Balmaseda y Bilbao.
El éxito del plan anticrisis para esta operadora ferroviaria ha sido de tal magnitud que el otro gigante del transporte público en Bizkaia, el metro, ha sentido en sus propias carnes el efecto llamada de la gratuidad de Renfe. Así lo reconocían a DEIA desde la compañía damnificada. Y ponían nombre a las estaciones del suburbano perjudicadas: Santurtzi y Ansio. “No han perdido viajeros, pero tampoco los han incrementado como ha ocurrido en otras”, detallaba Susana Palomino a este respecto.
Una persona muestra su tarjeta Barik desde la plataforma de acceso a los andenes del metro.
Y eso que las cartas de presentación de Metro Bilbao en este atípico arranque de curso son de aúpa. En dos semanas, del 12 al 25 de septiembre, ya han comprobado los frutos de haber bajado a la mitad el precio del viaje.
14.500 más en metro
En este sentido, la responsable de Marketing y Comunicación confirmaba que, efectivamente, han asistido a un incremento de viajes “por encima de las previsiones que habíamos hecho y del ligero aporte que ya veníamos experimentado” con la pandemia puesta a raya. “El efecto de la bajada de tarifas nos está suponiendo, en día laborable, en el entorno de unos 14.500 viajes más al día. Esto sería un 5,5% más”, declaraba. Otro hecho que también ha quedado patente en los registros informáticos de la compañía tiene que ver con el perfil de la persona beneficiaria. Los menores de 26 años, con los billetes Gazte Oro y Gazte 70 “están cogiendo fuerza”, ilustraba Palomino.
El billete anual no les compensa y esos otros títulos son más beneficiosos para este segmento de la población. Además, el plan anticrisis del Ejecutivo español únicamente es válido para los mensuales. También entre las personas usuarias del metro mayores de 26 años se puede adivinar un cambio en sus hábitos de compra. El catálogo para este extenso y heterodoxo grupo incluye las opciones de 50, 70 y viajes ilimitados durante un mes y, según apuntaba la responsable de Marketing y Comunicación, “hemos notado que la gente que antes compraba el billete de 50 viajes en un mes ahora compra el de 70 viajes en un mes, porque como está al 50% no le importa comprar el de más viajes. Es que la gente está viajando más”, acertaba a decir.
Y no se equivoca Susana Palomino. Para nada. Así lo demuestran los ratios de uso de todos los modos de transporte que a diario circulan por el Territorio Histórico. En Bizkaibus, por ejemplo, están un 21,39% por encima de los datos registrados durante septiembre de 2021. Cierto es que el pasado ejercicio todavía arrastraba la huella covid, pero también es cierto que este mes de septiembre recién finalizado ha sido inusual, con una festividad en la primera semana y el consiguiente aplazamiento de la vuelta a los puestos de trabajo y a los centros de estudio.
Unidad de Bilbobus circulando junto a la Torre Bizkaia.
“En este mes de septiembre, y gracias también al impulso que han supuesto los descuentos, Bizkaibus está al 95,64% de su techo máximo de demanda alcanzado en el 2019”, anunciaban desde el Departamento de Transportes y Movilidad Sostenible de la Diputación Foral. Durante aquel septiembre prepandémico, las unidades de Bizkaibus anotaron 2.556.430 viajes y durante este 2022 casi se ha llegado a esa cifra récord.
¿Menores gratis?
“La iniciativa del Gobierno de España para bonificar los viajes está cumpliendo los objetivos para la que fue puesta en marcha: medida anticrisis por la guerra de Ucrania, aliviar las economías de las familias, incrementar el uso del transporte público, combatir el cambio climático…”, enfatizaba Miguel Ángel Gómez Viar, responsable de esa cartera en la institución foral. En una línea similar se expresaba su homónima en el Ayuntamiento de Bilbao, Nora Abete, quien además animaba debatir en el seno de la Autoridad del Transporte de Euskadi todas las medidas que contribuyan a impulsar el uso del transporte público, como pueda ser la gratuidad de los bilbobuses para menores de 12 años, casi 31.000 solo en la capital vizcaina.
En todo caso, también los usuarios de la flota roja de autobuses han experimentado una subidita, tímida, pero siempre valiosa. Así, este septiembre registra el 84% de viajeros en comparación con los de 2019. “No se está notando una gran subida” desde la aplicación de la reducción de tarifas, confesaba la edil. El incremento, detalló, “ha sido solo de dos puntos, por lo que no hemos recuperado las cifras prepandemia”. Eso sí, a lo largo de estos últimos meses se ha reducido un 10% la cantidad de vehículos que cada día entran a Bilbao; y eso se ha debido en gran medida al elevado precio de los carburantes, pero también a la aplicación de estos descuentos en los transportes que mallan la geografía vizcaina.