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En el mundo de la belleza y el cuidado personal, encontrar el producto ideal puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de champús. Claudia Beitia, farmacéutica de Bilbao y creadora del perfil de Instagram @farmaciabeitiacobo, se ha convertido en una referencia en redes sociales al compartir consejos prácticos y basados en ciencia para cuidar la piel y el cabello.
En uno de sus vídeos, Claudia aborda una de las preguntas más frecuentes: ¿es mejor usar champús con o sin sulfatos? Su respuesta, basada en equilibrio y adaptabilidad, ha despertado el interés de sus seguidores.
El dilema: con sulfatos o sin sulfatos
Los sulfatos son componentes químicos que se encuentran comúnmente en champús por su capacidad para generar espuma y eliminar grasa y suciedad de manera efectiva. Sin embargo, Beitia explica que su uso continuado puede tener efectos negativos en la fibra capilar. "Los champús con sulfatos limpian en profundidad, pero, por arrastre, pueden debilitar el cabello, dejándolo áspero, sin brillo y más propenso a romperse", detalla la farmacéutica.
Por otro lado, los champús sin sulfatos son más suaves y respetuosos con el cuero cabelludo y el cabello. "No tienen tanto poder de limpieza, pero son ideales para reducir el encrespamiento, proteger las puntas y mantener la suavidad y el brillo natural", afirma.
El truco del equilibrio perfecto
Según Claudia Beitia, no se trata de elegir entre blanco o negro, sino de encontrar un equilibrio que se adapte a las necesidades individuales de cada tipo de cabello. Para cabellos con cuero cabelludo graso, recomienda alternar entre un champú con sulfatos dos veces por semana y uno sin sulfatos el resto de los días.
"Si tienes un cuero cabelludo normal o seco, basta con usar un champú con sulfatos una vez a la semana y recurrir a uno sin sulfatos el resto del tiempo", explica en su vídeo. Este enfoque permite aprovechar los beneficios de ambos tipos de champú, sin comprometer la salud capilar.
Beneficios de los champús sin sulfatos
Beitia también subraya las ventajas de los champús sin sulfatos, especialmente para quienes buscan mantener su cabello saludable a largo plazo. Estos productos:
- Minimizan el frizz: ideales para quienes luchan contra el encrespamiento.
- Protegen el color: perfectos para cabellos teñidos, ya que preservan la intensidad del color.
- Respetan el cuero cabelludo sensible: son menos irritantes, lo que los hace una opción segura para quienes sufren de sensibilidad o alergias.
Cómo reconocer el champú adecuado
La farmacéutica de Bilbao aconseja leer detenidamente las etiquetas de los productos. Los champús con sulfatos incluirán ingredientes como "sodium lauryl sulfate" o "sodium laureth sulfate", mientras que los sin sulfatos suelen indicar explícitamente que no los contienen.
Además, recuerda que no todos los cabellos reaccionan de la misma manera, por lo que encontrar el champú perfecto puede requerir ensayo y error. "Lo importante es observar cómo responde tu cabello y adaptarte a sus necesidades", señala.
El papel de los hábitos de cuidado
Claudia Beitia insiste en que el champú es solo una parte de una rutina de cuidado capilar eficaz. Complementar el lavado con acondicionadores, mascarillas y aceites capilares puede marcar la diferencia en la salud del cabello.
Además, destaca la importancia de no lavar el cabello con agua demasiado caliente y evitar el uso excesivo de herramientas de calor, como secadores y planchas.