Una sonrisa indisimulada y abierta cuelga del rostro de Omar Fraile cuando amanece en la Itzulia, una carrera que quiere especialmente, que siente muy suya, porque “me lo ha dado todo. Tengo claro que va a ser una Itzulia muy emocionante y es lo que estoy sintiendo”. El de Santurtzi, que dejará el ciclismo a la conclusión de la campaña con el devenir de la Vuelta, tiene los ojos muy abiertos en Gasteiz para no perderse nada de su última Itzulia. Acumulará más recuerdos para la memoria. Es para Omar Fraile una celebración la prueba vasca, en la que conquistó una etapa en Eibar en 2018, fue rey de la montaña y también se subrayó en las metas volantes. Además fue partícipe de dos victorias totales; la de Ion Izagirre y la de Daniel Martínez, vistiendo el maillot del Astana y el del Ineos, respectivamente. En Gasteiz lució el mono de contrarreloj del equipo británico, donde pedalea su campaña última “sin nostalgia y con la sensación de que el ciclismo me ha dado mucho”.
“ Me han pedido más de una foto. Me decían que sería la última foto en la Itzulia y querían tenerla. Agradezo ese cariño ”
Omar fraile - Ciclista del Ineos
Notó Fraile la emoción de saber que daba el comienzo al ocaso de la Itzulia cuando escuchó más de una voz que le susurraban a gritos que no se retirara, que siguiera compitiendo. “Tomé la decisión de manera muy consciente y meditada. Han sido catorce años muy buenos para mí, pero mi futuro será distinto. He vivido lo que he tenido que vivir como ciclista . Cada vez me costaba más dejar atrás mi familia y mi casa para un ciclismo cada vez más exigente”, establece el vizcaino desde el corazón de la Itzulia.
Reconocimiento
En Gasteiz, en un día fabuloso, más de verano que de primavera, Fraile tuvo que atender las demandas de la afición, que querían retratarse con él. “Me han pedido más de una foto. Me decían que sería su última foto conmigo en la Itzulia. Yo agradezco ese cariño, porque más allá del palmarés y de las victorias es lo que te queda. Eso no se puede pagar”, apunta el santurtziarra, que ha vivido grandes momentos en la prueba de casa, “la que más me gusta”. Vencedor de etapa en el Tour, su cúspide ciclista, y en el Giro, analiza Fraile que lo “más bonito lo he vivido en la Itzulia porque corres en casa, delante de los tuyos”.
“Me ha ido muy bien en el plano deportivo y eso lo he saboreado, pero si quieres que diga la verdad, el día que más he disfrutado corriendo la Itzulia fue cuando la etapa salió y llegó en Santurtzi, una etapa que pude diseñar. Fue un honor. Para mí fue como un homenaje, un reconocimiento y eso no se me olvidará nunca. Me sentí muy querido y estoy súper agradecido por eso. No hubiese cambiado ese día por nada”, desgrana Omar Fraile, que, sin embargo, no quiere anclarse a los tiempos pasados y agarrarse a la nostalgia de los días felices cuando lucía un dorsal. Aún lo hace. “He vivido una gran etapa de mi vida con el ciclismo, pero no lo es todo, ni mucho menos. Además, todavía me quedan varios meses de competición. Por eso quise anunciar mi retirada, para disfrutarla y en lo posible devolver el cariño a la afición”, resuelve.
“ Mi mejor día fue cuando viví la etapa de Santurtzi. Fue un homenaje para mí. Nunca se me olvidará ”
Omar fraile - Ciclista del Ineos
Enfocado en la Itzulia, tras recibir el calor de los aficionados, una cadena de eslabones que probablemente siga mimando al de Santurtzi en los próximos días, Fraile no descarta buscar su momento “si se dan las circunstancias”. “Está claro que es muy complicado y que el recorrido de este año no es el que más me conviene, pero si surge la oportunidad intentaré aprovecharla. El día que gané en Eibar había que subir Azurki. No era una etapa para mí, pero pude ganarla”. Suceda o no, el vizcaino vive cada momento de la Itzulia con alegría y la sensación de bienestar. Es un festejo para él. El último baile de Omar Fraile.