La empresa ermuarra Bexen Cardio, creada en 1980 y dedicada inicialmente a la fabricación de equipos electromédicos, desde 1990 está especializada únicamente en el diseño, fabricación y comercialización de desfibriladores, de hecho es la única empresa a nivel estatal certificada para la fabricación de estos dispositivos.
Axel Etxebarria, director general de Bexen Cardio destaca la pandemia del COVID como uno de los hitos más importantes en la historia de la empresa, "fabricando un producto un médico, tuvimos que dar respuesta a una demanda muy grande de monitores desfibriladores porque nuestros equipos, además de desfibrilar y de resetear el corazón, también monitorizan los parámetros biométricos de los pacientes, medimos la saturación, la tensión o la frecuencia cardíaca, y en la época del coronavirus, ese tipo de funcionalidad era súper necesaria para los enfermos de COVID"
A nivel estatal se producen 30.000 muertes cada año debido a las paradas cardiorrespiratorias fuera de los hospitales. La tasa de supervivencia se sitúa en el 10% y el factor diferenciador entre el éxito y el fracaso es el tiempo, ya que una vez que una víctima entra en parada a partir del sexto minuto la tasa de supervivencia se sitúa en el 20% y a partir del décimo apenas hay nada que hacer.
"Eso nos demuestra que ahí hay un camino por hacer, tanto en el despliegue de desfibriladores en lugares públicos, como en la formación y la sensibilización de la sociedad", señala Etxebarria.
Bexen Cardio ha iniciado un proyecto encaminado a crear una "Comunidad de Rescatadores/as". Mediante la aplicación Reanibex Alert se podrá avisar al rescatador más cercano para utilizar el desfibrilador con seguridad para la persona que está sufriendo una emergencia. "Se trata de generar espacios cardioprotegidos, que significa efectivamente poner equipos, poner desfibriladores en la calle, pero también generar alrededor de ese equipo una comunidad de voluntarios que tengan la formación adecuada para poder actuar en caso de necesidad", asegura Etxebarraia
Por ese motivo, Bexen Cardio ha puesto en marcha cursos de formación de 3 horas, basándose en realidad virtual para que los asistentes experimenten una situación de emergencia simulada.
Para este proyecto, Bexen Cardio ha recibido la ayuda del Grupo SPRI para ámbitos de innovación en procesos, ciberseguridad e I+D+i. "La innovación y el conocimiento son la clave de nuestro futuro, por lo que de forma continuada invertimos más del 15% de la facturación en I+D. En estos más de 40 años, hemos establecido una red de conocimiento muy valioso en diferentes campos y de cara al futuro, hemos apostado por la diversificación", asegura Etxebarria.