Hoy ha dado comienzo la cosecha de la sal en el Valle Salado de Añana, un momento en que el saber hacer y la artesanía cobran especial importancia ya que nos recuerdan de donde venimos y a donde vamos. Nos lo contaba en los micrófonos de Onda Vasca Pablo de Oraá Oleaga, director del Valle Salado: "el salinero es un espíritu libre e identitario".
El Valle Salado es un archivo único de la historia de la Humanidad, los inicios de la producción de sal en el Valle Salado de Añana se remontan a hace unos 7.500 años y es por ello que de Oraá hacía hincapié en la entrevista y nos explicaba que en el valle se trabaja con la naturaleza "el sol, el aire y el agua". Aunque otro de los aspectos más destacables de este entorno es que, a pesar de tratarse de una localidad de 156 habitantes, el valle busca ser un espacio para retener el talento y que los vecinos de la localidad y alrededores puedan trabajar en casa.
Los lazos familiares es, de hecho, una característica del Valle ya que, tal y como explicaba el director del Valle "queremos hacer que la gente no tenga que migrar y que la gente se quede en el territorio" y es por ello que muchas familias trabajan juntos en este enclave.