Araba

El valor de la seguridad vial

Seguridad vial
En la imagen de la izquierda, varios alumnos de sexto de primaria del colegio Umandi en el parque de la seguridad vial de la Policía Municipal. Durante el taller, hacen un cambio de roles y son peatones, ciclistas y conductores en un circuito con rotondas

Cada año, cientos de alumnos de primaria hacen el mismo recorrido, el del parque de seguridad vial de la sede de la Policía Local de Vitoria, en un taller que tiene como objetivo que aprendan de manera didáctica claves de seguridad vial para evitar posibles sustos cuando cruzan un paso de cebra o simplemente conviven con ciclistas, otros peatones, vehículos a motor, etc.

Con motivo del día de la seguridad vial (10 de junio), DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha tenido la oportunidad de recorrer este parque, conocer a algunos de los alumnos que participan en lo que se conoce como Autoprotección escolar –una iniciativa municipal para que aprendan seguridad vial y contra incendios– y a quien les enseña todas estas claves, la policía municipal Marian Arnan.

Antes de llegar al ya mencionado parque de seguridad vial, una ciudad en miniatura repleta de señales, cruces, semáforos y rotondas, los alumnos dan un paseo por las instalaciones de Agirrelanda, recorren los calabozos, "y vemos las armas", destacan algunos estudiantes de sexto de primaria del colegio Umandi, en conversaciones con este diario. Esta experiencia, ocasionalmente, incluso despierta la vocación en algunos alumnos. Ejemplo de ello es una de las estudiantes de Umandi, que confiesa que "siempre he querido ser bombera, porque me gusta ayudar a las personas y quiero saber cómo sería".

Y el primer paso para poder ayudar es, sin duda, este. Porque una buena seguridad vial puede salvar vidas. Y a pesar de su corta edad, no están exentos de experiencias. Otra estudiante reconoce que a ella y a su madre las atropellaron. "A mí no me pasó nada", pero el susto es algo que perdura. En ese sentido, Arnan señala que la seguridad vial es una labor que abarca todas las esferas de la sociedad. "No es solo mía, sino que es la labor de conjunto de casa, el colegio, etc. Intentamos más que nada sensibilizarles y que ellos sepan por qué son necesarias las señales".

Con esta percepción coincide la concejala de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez, que afirma que "los programas de educación vial son una parte muy importante en la labor preventiva de la Policía Local. Lo dicen las estadísticas; los países con menos siniestralidad son los que más invierten en educación vial".

En el parque hacen, por eso, un juego de roles en el que van cambiando; unas veces son peatones, otras ciclistas y otras conductores. De esta forma, pueden ver las sensaciones que tienen cuando van andando, o cuando están en moto o en bici. "Les enseño el respeto. Una vez les tapé las señales para que ellos vieran el miedo de hacer daño a los demás y de hacerse daño ellos. Es la mejor manera, a través del sentimiento, de entender por qué están las señales y por qué las tenemos que respetar", afirma Arnan.

Gutiérrez señala, por su parte, que "nuestro objetivo es que conozcan las reglas y cómo deben comportarse cuando actúan como peatones e incluso como conductores". Asegura que no lo hacen para evitar que sean sancionados, sino porque el respeto a las normas ayuda a salvar vidas. "Es la mejor manera de prevenir los accidentes".

Preguntada por el miedo a posibles accidentes de grandes y pequeños, Arnan aporta, por su parte, algunas claves. Asegura que la gente nunca piensa que le va a pasar a él, que nunca va a tener un accidente. "He trabajado en atestados, y al principio hacemos una puesta en común con una lluvia de ideas y hablamos de las experiencias. Yo les cuento las que he tenido en la calle, en atestados. Ahí se saca mucho el tema emocional, porque lo peor de un accidente es tener que decir a un padre o una madre que su hijo no va a volver". Es por eso que les explica la importancia de los elementos de seguridad.

Suele tapar las señales para que los propios alumnos que acuden al parque determinen qué señales van en cada lugar. Cada año pasan por este parque más de 2.000 estudiantes, aunque la pandemia ha alterado estas cifras. "Ha habido centros que han cancelado las salidas", recuerda Arnan.

"Mi frase preferida es educa a los menores para no tener que castigar a los mayores", afirma además Arnan, que reconoce que es responsabilidad de todos inculcarles el respeto. Un respeto que la concejala también valora como "imprescindible", porque reconoce que "queremos hacer calles seguras formando a los escolares para que tengan una conciencia vial que, además de evitar accidentes, ayude a mejorar la convivencia entre los distintos usuarios y usuarias de la vía pública y a disfrutar de una movilidad segura".

Por eso, después de la experiencia en el parque vial, los alumnos participantes hacen una puesta en común junto a Arnan para recordar los elementos que han aprendido durante el juego de rol. Sin duda, cada experiencia es única, pero algunas enseñanzas se quedan grabadas a fuego en la memoria de estos alumnos, informaciones como que un gran número de muertes se dan en pasos de cebra, que la prioridad en rotondas la tienen los que van ya dentro, que está prohibido ir en bicicleta con el móvil y los auriculares, etc.

Sin embargo, como recuerdan tanto Arnan como la propia Gutiérrez, todo este aprendizaje no se debe quedar solo en el parque, sino que tiene que ir más allá. Porque, como reconoce la concejala de Seguridad Ciudadana en conversaciones con este diario, "los niños y niñas son un perfecto canal de transmisión de valores; por eso es importante formarles desde temprano en la educación vial".

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Vitoria

14/06/2021