Una buena actuación. El colegiado del Comité Madrileño seguro que acabó contento el partido de Montilivi. Los jugadores del Girona y del Athletic se lo pusieron bastante fácil. Dejó jugar todo lo que pudo, sin aspavientos, estuvo bien técnicamente, sin cometer errores de apreciación. No tuvo que resolver jugadas conflictivas en las áreas, algo muy importante para que nadie se acuerde del árbitro de turno.
2. Deportividad y con las tarjetas justas
En el momento preciso. Pizarro Gómez mostró una tarjeta amarilla a cada equipo. Yuri, por un agarrón reiterado sobre un rival, y Romeu, por una entrada a destiempo y por detrás a Raúl García, fueron los amonestados. Las sacó en el momento preciso en un encuentro sumamente deportivo. Recordar que los agarrones no son siempre merecedores de tarjeta, sobre todo si se producen lejos de la portería contraria.