Siguen creciendo los enanos en el jardín de Jorge Vilda. A las palabras de descontento de la jugadora de la Real Nerea Eizagirre, ausente en la convocatoria de la selección española, se ha sumado la petición de la dimisión del seleccionador por gran parte del vestuario, liderado por las capitanas Alexia Putellas, Patri Guijarro y la legazpiarra Irene Paredes.
Las jugadoras consideran que con el madrileño en la banca, el equipo ha sufrido cierto estancamiento, como se vio reflejado en la eliminación ante Inglaterra en la Eurocopa. Ayer, cuando comenzaron a prepararse para los partidos clasificatorios para el Mundial del año que viene, el técnico se reunió con los pesos pesados de la selección, que hicieron visible el descontento del equipo con Vilda y pidieron que dejase el cargo. También mostraron reticencias sobre sus planes de entrenamientos, la diferencia de trato que reciben las titulares y suplentes de la plantilla y la sobrecarga de minutos que creaban lesiones en las habituales del once.
En la otra orilla de estas aguas revueltas se encuentra Jorge Vilda, que se aferra a su contrato como seleccionador, que expira en 2024. Si la situación no mejora, tendrá que preparar la Copa del Mundo que se celebrará en Australia y Nueva Zelanda en 2023, con un vestuario que le ha dado la espalda.
El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, aún no se ha postulado, debido a que ayer aterrizó en Madrid tras ver a su selección alzarse con el título de campeonas del mundo sub-20 en Costa Rica. Ahora el balón está en el tejado de Rubiales, a quien las jugadoras acudieron pidiendo la destitución del entrenador.
No es la primera vez que el nombre de Vilda está en el centro de la diana. El domingo pasado la capitana txuri-urdin, Nerea Eizagirre, arremetió fuertemente contra las decisiones del técnico español, una vez se supo que no entraba entre las seleccionadas para disputar los partidos clasificatorios para el Mundial: “Cada seleccionador tiene sus jugadoras y ha llevado a jugadoras que apenas han jugado durante todo el año”, indicó la tolosarra. También le llovieron críticas a la hora de gestionar la plantilla durante la Eurocopa, donde cayeron en cuartos ante Inglaterra. Amaiur Sarriegi, única seleccionada de las subcampeonas de Liga y que se incorporó como tercera opción, solo dispuso de 20 minutos en la prórroga ante las británicas. Las acciones completadas durante ese corto periodo de tiempo dejaron ver que la donostiarra merecía más minutos.
La selección española afronta los futuros choques ante Hungría y Ucrania, con un clima de crispación y tensión rondando la ciudad deportiva de Las Rozas y un gran signo de interrogación alrededor del entrenador estatal.