Desde la próxima semana y hasta el mes de septiembre, los edificios históricos del teatro Victoria Eugenia y el museo de San Telmo sufrirán obras en el exterior para sanear el estado de sus fachadas, que se encuentan deterioradas por el paso del tiempo y otros factores.
La consolidación y restauración de estas partes de los edificios conllevará la instalación de andamios, pero no afectará a la actividad en el interior de ambas sedes culturales, según señaló Donostia Kultura en un comunicado.
La restauración afectará a las cuatro fachadas del teatro así como a la fachada principal de San Telmo y a la portada del callejón de Santa Corda, que da acceso a la iglesia del conjunto.
Las dos obras han sido encargadas de modo conjunto a la empresa especializada en restauración y conservación Petra, una de las dos que se presentaron al concurso. El precio del contrato es de 393.700 euros, sin IVA.
El objetivo de los trabajos es recuperar la "unidad potencial y calidad estética" de las fachadas y "favorecer un adecuado plan de mantenimiento y conservación preventiva a futuro, garantizándose su integridad física y material".
La dirección de las obras correrá a cargo del equipo del arquitecto Joaquín Zubiria, responsable de la restauración del teatro en 2007, así como del arquitecto técnico Aitor Alzelay y el especialista en conservación y restauración José Luis Larrañaga.
El teatro Victoria Eugenia tiene más de cien años ya que fue inaugurado en 1912, según el proyecto del arquitecto Francisco Urcola, que optó por un estilo neoplateresco con influencias francesas como las del Palacio de la Ópera de París.
El museo de San Telmo, por su parte, fue antes un convento dominico creado siglos atrás. La actual fachada principal es de principio del siglo XX, obra también de Urcola, mientras que la fachada de Santa Corda data del siglo XVI, de cuando se construyó el convento, y es de estilo renacentista.
Dado que ambos edificios tienen un elevado nivel de protección, las intervenciones que se llevarán a cabo en ellos tendrán que ajustarse a la legislación propia de las rehabilitaciones. Tanto la fachada principal del museo San Telmo como la portada del callejón de Santa Corda están realizadas en piedra de sillería con arenisca de Igeldo, como muchos otros edificios de la capital guipuzcoana.
Erosión, deformación, fisuras y otros deterioros afectan a las fachadas, tanto a causa del paso del tiempo como por las intervenciones llevadas a cabo en el pasado.