En este mundo nadie quiere ser comido, y los animales se esfuerzan en demostrar que no están dispuestos a convertirse en alimento sin oposición. Y más en China, donde casi cualquier animal puede formar parte del menú del ser humano.
Precisamente en este país oriental se han hecho virales las imágenes de un burro que se escapa como si no hubiera un mañana (podría no haberlo para él) de un restaurante especializado en carne de pollino, según recoge el diario económico National Business Daily.
El vídeo lo grabó el 3 de noviembre una mujer que iba en coche con su hija en la ciudad de Linyi (provincia de Shandong, en el este del país) cuando observó perpleja a un burro que corría a toda velocidad por la mitad de la carretera, perseguido por empleados del restaurante del que había huido.
La escena de la peculiar fuga fue acogida con regocijo por los internautas chinos en redes como Weibo, donde un usuario escribió: "Si corres rápido nos vemos en internet, y si corres despacio nos vemos en la mesa".
El diario del país asiático no aclara cuál fue el destino final del burro ni si los trabajadores del restaurante lograron capturarlo. Según medios locales, en China se consumen cada año 4 millones de burros por su carne y por las propiedades que la medicina tradicional del país atribuye a su piel.