Desde hace unos días el temporal que azota gran parte de la península está dejando muchas imágenes de intensas lluvias, ríos desbordados, nevadas copiosas o un mar agresivo con olas enormes. Pero también de fuertes rachas de viento, que arrancan ramas de los árboles, se llevan sombrillas de las terrazas, tiran motos y provocan que numerosos objetos salgan volando o se muevan sin control.
Así ha sucedido en Gijón, donde hace unos días se hizo viral cómo una sombrilla de una terraza salía volando por el viento y arrollaba al camarero de un bar, que acabó con un traumatismo craneoencefálico.
Pero de la misma ciudad asturiana han llegado otras imágenes más amables y bastante curiosas. El viento había desplazado dos contenedores, uno de papel y cartón y otro de envases, al medio de la carretera en una calle e impedían la normal circulación de los vehículos en uno de los carriles, con el riesgo además de que siguieran moviéndose y pudieran provocar un accidente.
Nadie se preocupó de volver a colocarlos en su sitio y, como refleja la grabación que una vecina subió a sus stories de Instagram desde la ventana de su casa, lo hizo un conductor de Emtusa, la empresa de transportes encargada de los autobuses en Gijón. Pero no lo hizo bajándose del bus y moviéndolos a mano, sino en marcha y con el propio autobús. Demostrando un gran dominio del vehículo y mucha pericia, los empujó con el morro y el lateral del bus y los colocó en su sitio, antes de reemprender la marcha dejando la carretera despejada.
La fuerza del viento queda patente al ver cómo se abre sola la tapa del contenedor verde, el único que permanecía en su sitio. Un viento que llevaba mucho tiempo soplando y que no era la primera vez que movía esos contenedores, ya que la joven que grabó el vídeo aseguró en un par de ocasiones que el conductor del autobús “esta mañana hizo lo mismo”.
“Este conductor se merece lo mejor”, se le escucha decir, pero como sucede hoy en día con casi de todos los temas, la acción del chófer ha generado división de opiniones. Están quienes lo felicitan por su gesto y por quitar un peligro de la carretera y quienes le reprochan que así se puede dañar la carrocería del autobús y que debería haberse bajado y moverlos a mano. También la autora del vídeo se lleva sus críticas por no haberlos movido ella o haber avisado a las autoridades para que lo hicieran.