El pasado 28 de septiembre una delegación de la Diputación de Gipuzkoa recibía en Venecia (Italia) el premio Europa Nostra 2023 en reconocimiento a la rehabilitación del puente Deba-Mutriku. Se trata de uno de los galardones más prestigiosos en el ámbito del patrimonio cultural de la Unión Europea, que fue recogido por la directora de Patrimonio de la Diputación, Gabriela Vives.
Ahora ese premio figurará también en el propio puente. Será en forma de placa conmemorativa que se colocará sobre el puente este viernes, 27 de octubre, a las 18:00h. La diputada de Cultura, Cooperación, Juventud y Deportes, Goizane Álvarez, será la encarga de descubrir esa placa. Junto a Álvarez estará Araceli Pereda, presidenta de Hispania Nostra, que es la delegación de Europa Nostra en el Estado Español. También participará la alcaldesa de Deba, Alazne Txurruka, el alcalde de Mutriku, Joseba Palenzuela, así como dos representantes del equipo redactor del proyecto de rehabilitación, Javier León, de Fhecor, e Iñaki Jaime, de Injelan.
Tras el descubrimiento de la placa conmemorativa, el acto acometerá su parte más festiva. Habrá una soka dantza con los grupos Gure Ametsa de Mutriku y Gure Kai de Deba. También, se ha programado un concierto de música electrónica entre las 19:00h y las 22:00h.
Rehabilitación del puente, ejemplo de ingeniería civil
La diputada de Cultura, Goizane Álvarez, ha calificado la rehabilitación de este puente de piedra de "extraordinaria", además de un ejemplo "magnífico" de ingeniería civil. El puente de Deba, diseñado por Antonio Cortázar, se construyó en 1866 y se colapsó en el 2018. Ahora, el departamento de Cultura lo ha reconstruido artesanalmente con técnicas del siglo XIX y tecnología vanguardista.
Cree la diputada que "sin duda, para los técnicos, este proyecto ha supuesto un desafío ante la complejidad técnica. Además, entre los retos a los que se tuvieron que enfrentar estaba, también, el de tener que trabajar en un entorno marino sujeto a cambios de mareas". Por eso, ha puesto en valor que en este "gran proyecto", de las siete empresas implicadas, cinco fueran guipuzcoanas: Ulma, Injelan, Zetabi, Harri eta Moyua.
Para Europa Nostra, el proyecto de rehabilitación para devolver al puente su aspecto original, ha sido un "exquisito ejemplo" de ingeniería civil. Reconocen que, en julio de 2018, la estructura se encontraba "al borde del colapso total" y que la Diputación Foral de Gipuzkoa tuvo que intervenir "urgentemente". También pone en valor que antes de abordar el proyecto se recuperaron y actualizaron técnicas "que estaban olvidadas" de la construcción de puentes del siglo XIX y que para ello se hizo una "amplia labor de investigación histórica y cooperación técnica interdisciplinar". De hecho, uno de los motivos del galardón es el enfoque que el ente foral le dio a su proyecto de rehabilitación que contribuyó a minimizar la necesidad de intervenciones y "es un modelo a seguir para salvaguardar otros puentes en Europa en el futuro".