En la noche anterior al pleno del Parlamento Vasco que se ha celebrado este jueves, todo parecía indicar que habría acuerdo entre PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU para promover una reflexión que alumbre un festivo feminista, a través de un proceso de contraste con los agentes implicados. Pero, finalmente, en puertas de las elecciones municipales y forales del 28 de mayo, un asunto que tradicionalmente había despertado adhesiones transversales en Euskadi como lo es la igualdad entre mujeres y hombres ha desembocado en un debate sin una posición unitaria, y muy condicionado por la propuesta lanzada por la vicelehendakari segunda, la socialista Idoia Mendia, para que el año que viene sea festivo el Día de la Mujer, el 8-M. Por un lado, salió adelante el acuerdo entre los dos integrantes del Gobierno PNV-PSE, que aboga por un proceso de reflexión con Emakude y, por otro, se produjo el descuelgue de Elkarrekin Podemos-IU, el grupo proponente, que evitó quedarse solo haciendo piña con EH Bildu y visualizó un paulatino endurecimiento de su posición.
PNV y PSE afearon a Podemos haber mantenido una posición errática. El propio Podemos, que acusa a Mendia de pretender fijar el 8-M "por decreto", pedía sin embargo en el primer punto de su iniciativa de origen que el Gobierno vasco designe una festividad para 2024 (sin citar que debía consultarlo con Emakunde, una mención que sí hacía en el segundo punto pero para realizar una reflexión sobre el calendario más a largo plazo). De hecho, había recibido con “satisfacción” la propuesta de Mendia en una nota de prensa. Pero, después, acusó a Mendia de pretender el 8-M "por decreto", se descolgó del texto que se estaba negociando con PNV y PSE, pactó con EH Bildu una transaccional que no recoge ninguna mención concreta para 2024 y es más etérea en los plazos, y en su discurso del pleno propuso todo un catálogo de fechas alternativas al 8-M, muchas de ellas sin relación con episodios históricos vascos. Elkarrekin Podemos-IU sí puede exprimir el argumento de que, efectivamente, la iniciativa era suya y fue Mendia quien unos días después pareció disputarle el liderazgo anunciando su propuesta sobre el 8-M, que además sorprendió a Emakunde porque no había sido informada. Pero, más allá del debate sobre las formas de Mendia, el viraje que ha experimentado la propia Elkarrekin Podemos-IU ha quedado sin explicación y corre el riesgo de interpretarse como una disputa por la autoría o el mecenazgo de esta festividad.
Las fechas de Podemos, desde la revolución francesa a Nueva Zelanda y dos hitos vascos
En el debate, la portavoz Miren Gorrotxategi reconoció que “en más de 20 países” se celebra como festivo nacional el 8-M, y aseguró que A Coruña se convirtió en la primera ciudad del Estado en conmemorarlo “a propuesta de la Marea Atlántica”. Sin embargo, a medida que avanzaba su discurso, pareció distanciarse de esta propuesta, dijo que no les corresponde “capitalizar” esa lucha, y que lo que debe hacerse es “traer la invisibilidad de las mujeres en el calendario festivo”. A continuación, desgranó una batería de alternativas para que la fecha no sea el 8-M, aunque la mayoría de ellas ni siquiera remiten a hechos acontecidos en suelo vasco y difícilmente encajan con la premisa del arraigo que se plantea en la legislación estatal.
“El 5 de septiembre de 1791 se aprobó la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía en plena revolución francesa; el 19 o el 20 de julio, de 1848, la Convención de Seneca Falls fue la primera Convención de los Derechos de la Mujer en Estados Unidos; el 19 de septiembre de 1893 es la fecha en que un primer país del mundo aprobó el sufragio femenino en Nueva Zelanda; el 10 de diciembre fue cuando Marie Curie ganó el primer Premio Nobel para una mujer; el 1 de octubre de 1931 fue el día en que se aprobó el sufragio femenino en la República española”, enumeró. Añadió dos fechas vascas: “los días 8,9,10 y 11 de diciembre de 1977 se celebraron las primeras jornadas feministas en la UPV, y Emakunde se creó el 5 de febrero de 1988".
A tal punto está llegando el enredo, que Idoia Mendia presionó con el escenario de designar el Día del Padre del 19-M o el Patrón de España, el 25 de Julio, si no se acepta el 8-M. Los grupos no han podido evitar la imagen de división en puertas del Día de la Mujer, el 8 de Marzo, el miércoles de la semana que viene.
EH Bildu ve "una cortina de humo"
Desde EH Bildu, Oihana Etxebarrieta rechazó de manera categórica la propuesta de Mendia en “fondo y forma”. En cuanto a la forma, cree que ha desviado el foco sobre los cambios que se deben introducir en la sociedad para terminar con la desigualdad porque, al haber planteado esta propuesta en puertas del 8-M, todo el protagonismo del debate público se lo está llevando si ese día “debe ser festivo o no”, una “cortina de humo” que planteó en la jornada sobre la brecha salarial. Además, cuestionó la apropiación de un día de movilización social que “no es de los gobiernos”, y añadió que, en cualquier caso, instaurar un festivo para un solo año sería actuar de cara a la galería. En ámbitos socialistas se atribuye esta cerrazón a la presión de los movimientos feministas que orbitan en torno a la izquierda abertzale, con carácter más asambleario y menos institucional.
La transaccional de Bildu con Elkarrekin Podemos-IU apuesta por que Emakunde identifique efemérides feministas y que el Gobierno pueda consensuar una “para su posterior reflejo en el calendario laboral”, en un proceso que tenga en cuenta a los agentes sociales. Por lo tanto, se sobreentiende que en este caso también habría un día festivo, pese al alegato de EH Bildu a favor de las jornadas de lucha y de que los gobiernos no se apropien de ellas. De hecho, la idea del calendario laboral no aparecía en el texto original de Bildu, que solo hablaba de campañas de sensibilización. Pero esta transaccional, al mismo tiempo, es más inconcreta en los plazos. No fija metas para 2024, cosa que sí hacía el texto de Podemos.
El PNV pide una reflexión con Emakunde y los agentes
La propuesta de PNV y PSE sí es concreta sobre el año que viene. Pactaron una enmienda, la finalmente aprobada solo con sus votos, en la que se insta al Gobierno vasco a “abordar un proceso de reflexión, junto con Emakunde y los agentes sociales, para la designación de efemérides feministas en el calendario laboral en 2024”. Desde el PNV, Maite Ipiñazar defendió que Mendia tiene la competencia para proponer una fecha en el calendario laboral, pero añadió que se debe abrir un proceso de reflexión trabajando con Emakunde y los agentes sociales para conseguir “un acuerdo de mínimos suficiente”. Recordó que, en su texto original, para 2024, Podemos no pedía una reflexión con los agentes.
El socialista Ekain Rico dijo que PNV y PSE habían dado su aval a una transaccional enviada por Podemos, idéntica a este texto salvo porque cambiaba el verbo “abordar” por “designar” una fecha. Por el PP, Laura Garrido se centró en la polémica de la Ley del solo sí es sí.