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ZUBILETA EVOLUTION ZUAZO: Ezbida, García (1), Velasco (2), Sánchez (4), González, Isabel (5), Berasategi (3), Sarrionandia-Ibarra (3), Encina (3), Erauskin (3), Bengoetxea (3), Aguado (1), Blázquez, Romero (1) y Magdalena (8).
MORVEDRE: Solano, Guerisoli, Benedetti (4), De Ugarte (1), Javaloyes, Botella (2), Encinas, Corimberto (7), López (3), Tisato (2), Claramonte (3), Gámez (3), Martín (2) y Roda (1).
Parciales: 3-2, 7-3, 10-5, 12-7, 15-9, 18-12 (al descanso); 21-12, 25-13, 28-15, 32-19, 34-23 y 37-28.
Árbitros: Lucas Crespo y Pedro Eiras excluyeron a las locales García, Encina (2), Blázquez y Magdalena; y a Guerisoli, De Uriarte, López y Martín del Morvedre.
Incidencias: Encuentro disputado en el polideportivo de Lasesarre.
El Zubileta Evolution Zuazo tuvo que aguardar hasta la cuarta jornada para que sus buenas actuaciones sumaran puntos en su casillero particular. Para poder por fin recolectar todos los frutos sembrados en los partidos anteriores. Pero la espera mereció la pena. Ayer, el conjunto rojinegro logró la primera victoria de la temporada ante un Morvedre que poco o nada pudo hacer ante las ganas locales. Ante el ímpetu de unas fabriles que demostraron frente a su público, en Lasesarre, que se aferrarán a la Liga Guerreras Iberdrola con uñas y dientes. La piña que realizó la plantilla al término del encuentro, esa arenga tras llenar el bolsillo con los dos primeros puntos del curso, certificó que la fe es máxima. El Zuazo cree en sí mismo, cree en su calidad para mantenerse en la máxima categoría del balonmano estatal. Y por ello sabía que el primero triunfo de la temporada era cuestión de tiempo.
Le tocó al Morvedre ser el mártir de esta causa. El rival con el que el Zuazo comenzaría su particular vendimia. Así pues, ni un mísero parcial le otorgaron a las valencianas. Apenas dos minutos dejaron hacer a las visitantes. Después, con la pega ya en los dedos y las piernas calentadas, las rojinegras comenzaron el vendaval. Pasaron el rodillo. El 0-2 con el que se adelantó el Morvedre fue un espejismo en el desierto de Lasesarre. Un oasis para un rival al que, después, el Zuazo no le dio ni agua. Las de Joseba Rodríguez no tardaron en ajustar las líneas y a partir de ahí fueron sumando goles del tirón. Casi sin darse cuenta, las valencianas vieron cómo el partido se les quedaba hasta cinco tantos abajo y, cuando quisieron ponerle remedio, el conjunto barakaldarra se lo impidió. La defensa no lo permitió y la portería se puso las pilas. Alcalinas. Así que al descanso el Zuazo se marchó con un 18-12 en el marcador y con la sensación de que la sangría acababa de comenzar.
De esta forma, la segunda mitad tuvo olor zuazotarra. Porque, lejos de relajarse, las locales siguieron con la quinta marcha. A mil revoluciones. Calentando motor. No hubo rojinegra que desentonara, ni error que evitara lo inevitable: la primera victoria de la temporada. Y es que las fabriles no quisieron dejar nada al azar y por eso mantuvieron el ritmo. Hasta 13 goles arriba estuvieron las de Rodríguez. Desquiciaron a las levantinas, que intentaron todas las variantes, todos los esquemas, sin resultados positivos. Con todo, ya en el tramo final de la contienda, dos exclusiones seguidas de las locales permitieron coger un poco de aire al Morvedre. Su objetivo fue maquillar el resultado, algo que lograron a medias puesto que la bocina final resonó en Lasesarre cuando el luminoso marcaba un contundente 37-28.
Estos dos puntos hacen que el Zuazo saque la cabeza de los puestos de descenso. Asimismo, esta primera victoria de la temporada tiene la importancia de haberse conseguido justo ante el Morvedre, un rival directo por una permanencia que este curso se antoja muy cara.