El sindicato ELA ha expresado este jueves su rechazo al Real Decreto Ley para reformar las pensiones, aprobado este jueves por el Gobierno español, con el que "intenta cerrar en falso para cuatro años el debate sobre las pensiones mínimas, manteniendo las pensiones mínimas de miseria", ya que "muchas de ellas solo subirán 10 euros mensuales cada año".
En una rueda de prensa en Bilbao, el responsable del Gabinete de Estudios de ELA, Mikel Noval, ha advertido que el acuerdo aprobado hoy también posibilita que las pensiones no contributivas (525 euros) puedan "congelarse o incluso disminuir", por lo que ha reprochado "la campaña de propaganda para ocultar que muchísimas prestaciones seguirán siendo de miseria".
En este punto, ha manifestado que, según lo aprobado, en 2023 las pensiones mínimas de jubilación para una persona de 65 o más años sin cónyuge a cargo, o las pensiones mínimas de viudedad de las personas con más de 65 años pasarían en ambos casos de 783 a 828,5 euros. "Es una subida de 45 euros al mes, que mantiene a esas personas en situación de pobreza", ha subrayado.
Además, el responsable de ELA ha criticado que "esa subida tan escasa ni siquiera se empezará a aplicar este año, sino que se hará de manera progresiva en cuatro años. Es decir, unos 10 euros más mensuales cada año, mientras hay otros muchos tipos de pensiones mínimas, la mayoría, que se quedan entre los 700 y los 800 euros mensuales".
El sindicato nacionalista ha señalado cuestiones "aún más sangrantes: las pensiones no contributivas (incapacidad, invalidez, personas con menos de 15 años de cotización...), actualmente en 525 euros, podrían incluso bajar según lo firmado por Gobierno, UGT y CCOO, ya que su cuantía no tendría por qué ser mayor de 510,80 euros".
Según ha recordado, el acuerdo contiene "recortes", como la ampliación del cómputo de 25 años para las personas menores de 50 años, y "consolida el retraso de la jubilación de 65 a 67 años, entre otras graves medidas aprobadas en 2011 por Zapatero, UGT y CCOO".
Del mismo modo, ha denunciado "la campaña de propaganda que no se ajusta a la verdad de los datos: sí hay recortes, y quienes aprueban esta reforma lo saben". "La prueba es que en una semana no se han atrevido a hacer público el documento del acuerdo, y solo se han conocido versiones enviadas a los medios de comunicación enfocadas a valorar positivamente la reforma", ha finalizado.