Eléctricos de largo alcance

En un mundo tan globalizado, donde si echamos un vistazo a la procedencia de muchos de los productos que tenemos en casa o en el trabajo podemos encontrar lugares de origen de lo más variopintos, el comprador actual cada vez confía más en la calidad de lo que le venden, sin preocuparse en exceso del país en el que haya sido fabricado. Y si además se trata de productos que tradicionalmente han estado asociados a marcas con un halo de calidad, la situación es todavía más tranquilizadora.

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En el sur de Europa siempre hemos asociado tres cualidades esenciales a los automóviles que llegaban de los países escandinavos: robustez, seguridad y diseño diferenciado. Y en algunas ocasiones puntuales, como en los añorados Volvo T4 y 850 T5, un grado de diversión, sensaciones fuertes y placer de conducción del máximo nivel. Reconozco que pocas veces un vehículo de aspecto tradicional y hasta dotado de carrocería familiar resultaba tan adictivo al volante, fruto de aquellos motores turboalimentados de gasolina con cuatro y cinco cilindros que eran una auténtica bomba. Y además entonces no nos vigilaban tantos radares. ¡Qué nostalgia!

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Sin embargo, aquellos tiempos de sensaciones fuertes a los mandos han dado paso a otros en los que la conciencia medioambiental –en eso también estos países siempre han estado a la cabeza– se ha convertido una de las grandes prioridades. Volvo ha apostado fuerte desde el primer momento por la electrificación de su gama y también por los modelos eléctricos puros.

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Como recuerdan desde la marca sueca, “dos de las preguntas más frecuentes sobre los XC 40 Recharge (crossover) y C40 Recharge (crossover cupé) totalmente eléctricos son: ¿cuánto recorre con una sola carga? y ¿cuánto tarda en cargarse?” Y como la evolución de los propulsores es un proceso imparable, ahora dentro de los nuevos paquetes de actualizaciones de producto ambos modelos han mejorado tanto la autonomía (WLTP) como la carga en relación al vehículo precedente, aumentando la autonomía hasta en 60 kilómetros en algunas variantes. Asimismo, se dispone de tres nuevos motores para los C40 y XC 40 Recharge, de ellos dos son variantes con propulsión trasera –la primera vez en 25 años en Volvo– así como un modelo de gama alta revisado con tracción integral. Otra novedad, recuerdan desde la firma escandinava, es que la segunda generación del propulsor eléctrico de imán permanente que mueve los ejes traseros de los C40 y XC40 totalmente eléctricos se ha desarrollado internamente en Volvo Cars.

Comenzando por el motor de tracción trasera, cuenta con 175 KW, un 3% más de potencia que el anterior de tracción delantera, lo que unido a la batería de 69 kWh del XC40 y a las mejoras en eficiencia permite estirar los 425 km de autonomía anteriores hasta los 460 km actuales. En el C40 (crossover cupé) la ganancia supone en similares condiciones subir de 438 a 476 km. Asimismo, se necesitan 34 minutos para pasar de una reserva del 10 al 80% utilizando un punto de carga público de 130 kW CC.

Para los que los 175 kW (unos 238 CV) no sean suficientes, está disponible la variante de 185 kW (unos 251 CV), también con propulsión trasera y un pack de baterías de 82 kWh que lleva las autonomías a 515 km en el XC40 y a 533 km en el C40, con la ventaja adicional en la velocidad de la recarga (200 kW CC frente a los anteriores 150 kW CC), lo que se traduce en un paso del 10 al 80% de energía en 28 minutos.

Las versiones 4X4 totalmente eléctricas de los C40 y XC40 también progresan, ahora con un motor trasero de 183 kW y un delantero de 117 kW (408 CV en total), que se combinan con las baterías de 82 kWh para ofrecer autonomías de 500 km en el XC40 y de 507 km en el C40, lo que supone hasta 62 kilómetros más. Entre las diferentes mejoras introducidas que contribuyen a este satisfactorio rendimiento también se encuentran las nuevas llantas de aleación de 19 pulgadas, con menor resistencia de rodadura y aerodinámica.

Por último, apuntar que estos renovados crossover compactos de Volvo, con 4,440 metros de largura, lo que los convierte en una opción perfecta para moverse con agilidad por ciudad y disfrutar de un logrado dinamismo en carretera, cuentan con unos precios de partida de 48.638 euros. Asimismo, sus prestaciones son más que satisfactorias, con aceleraciones de 0 a 100 km/h entre 4,7 y 7,4 segundos. Donde sí que mantienen unos valores más contenidos es en la velocidad máxima, hasta 180 km/h, fruto del compromiso de Volvo de reducir accidentes limitando su prestaciones a registros razonables y más que suficientes.