Elisa Mouliaá, actriz y presentadora, fue la gran protagonista anoche en el programa '¡De viernes!' en Telecinco. En su entrevista, la intérprete desgranó los detalles de una experiencia que marcó su vida: su acusación de agresión sexual contra Íñigo Errejón, el exportavoz de Sumar. Tras años de silencio, la actriz decidió alzar la voz, asegurando que lo hace para animar a otras mujeres a denunciar situaciones similares.
La entrevista comenzó con Mouliaá recitando un poema y continuó con su relato de lo sucedido. Según explicó, los hechos ocurrieron durante una noche de fiesta tras asistir juntos a una presentación literaria. Un preludio del que iba a ser un relato desgarrador.
El testimonio de Elisa Mouliaá
En su narración, Mouliaá detalló cómo la actitud de Errejón pasó de amistosa a dominante, terminando en una agresión sexual en una de las habitaciones de la vivienda donde se encontraban. Además, mencionó la posible utilización de sumisión química, insinuando que algo pudo haber sido introducido en su bebida. En sus palabras: el expolítico la tocaba "como si fuera una muñeca hinchable".
Asimismo, la actriz negó rotundamente la versión del político, quien afirma que los encuentros fueron consensuados. En su testimonio, destacó que su único interés es que se haga justicia y negó cualquier motivación personal o conspirativa detrás de la denuncia. También reconoció las dificultades emocionales que enfrenta por su decisión de hacer pública la situación: "No me rendiré porque la verdad me respalda".
Un aplaudido gesto
El impacto de la entrevista se extendió más allá del plató. Elisa Mouliaá anunció que el dinero que recibirá por su participación será donado íntegramente a una asociación de mujeres maltratadas. Este gesto, que realizará ante notario el próximo 8 de marzo, fue aplaudido tanto por los presentes en el programa como en redes sociales.
Un caso que sacude la opinión pública
El proceso judicial contra Errejón, que ha acaparado todas las miradas, ha generado un debate sobre el poder, el consentimiento y la justicia. La actriz lamenta el alto precio que ha pagado por alzar su voz, pero sostiene su firme propósito de visibilizar lo ocurrido y apoyar a quienes puedan estar atravesando situaciones similares.
Mientras la justicia sigue su curso, el testimonio de Elisa Mouliaá se ha convertido en un ejemplo para fomentar la conversación sobre la violencia de género y el abuso de poder, dejando claro que su lucha trasciende su propia experiencia personal.